Cellistas profesionales y estudiantes conjugan talento musical

13 de octubre de 2014

Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, CelloPlus, Festival de Música de Cámara Leo Brouwer

Por Sundred Suzarte Medina
Fotos Alexis Rodríguez

Con un virtuosismo de lujo y plena confianza en el aplauso del público, cellistas profesionales cubanos y estudiantes de las escuelas de música del país unieron sus talentos en el encuentro CelloPlus, en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, en la Habana Vieja, como parte del recién concluido Festival de Música de Cámara Leo Brouwer.

En camino a emular a los grandes del violonchelo, los estudiantes dedicaron casi un día a homenajear a los maestros Yo-Yo Ma y Carlos Prieto, e hicieron derroche de verdadera destreza que los coloca en un lugar privilegiado dentro de los intérpretes de la música de cámara.
Temas consagrados en la historia de los acordes resonaron con estupenda calidad en las centenarias paredes de la institución, que celebra este año dos décadas como sala de conciertos.
Más de treinta temas fueron interpretados, entre los que se destacaron Sonata para cello y piano, de Sigmund Romberg; Dúo Minueto, de F. August Kummer y Franz Joseph Haydn; Tarantella, de David Popper; Sonatin, de José Ardévol; Serenata, de Golterman; Vocalise, de Sergei Rachmaninoff; Balada del amor adolescente, de José María Vitier, entre otros.
En declaraciones a Habana Radio, Beatriz Pérez, copista musical y asistente de producción de la Oficina Leo Brower, el encuentro pretendió convocar a la mayor cantidad de cellistas y estudiantes de violonchelo del país; y músicos de La Habana, Matanzas, Camagüey, Las Tunas y Santiago de Cuba acogieron con beneplácito la propuesta.
“Ellos trajeron sus ideas a la audición y nosotros seleccionamos los temas para evitar repeticiones. Quisimos elaborar un programa variado e interesante que abarcara diferentes estilos”, indicó Pérez.
Según los jóvenes intérpretes, compartir sus habilidades con el público de la capital, caracterizado por su exigencia, fue un verdadero desafío, pero también una oportunidad para probarse y alcanzar mayores cuotas de calidad artística.
El camagüeyano Roberto Carlos Díaz, de 17 años y alumno de la Escuela Nacional de Arte, destacó a esta emisora que su asistencia a la presentación con el tema Concierto Número Uno, de Dimitri Kabalewski, significó un verdadero impulso en su carrera.

“Nunca lo había hecho con el acompañamiento del piano y lo conseguí. Eso es difícil porque hay que saberse escuchar mutuamente y lograr compaginar en todos los sentidos” subrayó.
Asimismo, la joven Masiel Medina, estudiante de primer año de Violonchelo en el Instituto Superior de Arte, confesó que su interpretación de la obra Como un antiguo bolero, de Guido López-Gavilán, representó un reto excitante ante el público, pero lo asumió sin temor.
“Es importante que los estudiantes nos podamos insertar en este tipo de festivales porque nos damos a conocer y las personas pueden ver cómo nos desenvolvemos en el medio.
“Creo también que sería muy positivo que los niños interesados en esta profesión nos observen y se lleven una noción de lo que sería su carrera en el futuro”, puntualizó la estudiante.

Según Felipa Moncada, cellista profesional que ejerce su carrera en Matanzas, el CelloPlus podría constituir un primer paso para la creación en el país de un festival de violonchelo de larga duración, que integre a muchos más intérpretes.
“Ha sido un lujo reunir a tantos cellistas y saber que la escuela de violonchelo en la Isla está a un altísimo nivel. Era un absurdo pensar hace diez años atrás que existieran aquí intérpretes que tocasen con esta calidad.
“Esta presentación ha sido una experiencia única, y demuestra que contamos con una academia formada de violonchelo en Cuba”, aseguró la experimentada artista.