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Efemérides

Historia

La sedición de Lagunas de Varona afecta sensiblemente la unidad de las fuerzas independentistas

27 de abril de 1875

La sedición de Lagunas de Varona afecta sensiblemente la unidad de las fuerzas independentistas.
El 6 de enero de mil 875, las tropas mambisas al mando del Mayor General Máximo Gómez Báez habían iniciado una exitosa ofensiva en el territorio de las Villas. Poco tiempo después, el 15 de marzo, el Capitán General Blas de Villate, Conde de Balmaseda, informaba al Ministro español de Ultramar:
“”Todo está desquiciado… Puede decirse que en el Departamento Central sólo existe bajo el dominio de España la ciudad de Puerto Príncipe… Estamos a la defensiva, a una desesperada defensiva…””
La Revolución estaba a la ofensiva, pero necesitaba el refuerzo de los experimentados infantes orientales para proseguir la campaña hacia el centro industrial de la Isla, que era por entonces la zona de Matanzas y La Habana.
En ese contexto ocurre la sedición de Lagunas de Varona, la cual impide que las fuerzas mambisas de la demarcación de Las Tunas y otros territorios de Oriente se sumen a las tropas del Generalísimo.
El lamentable episodio culmina con la deposición de Salvador Cisneros Betancourt del cargo de Presidente de la República en Armas y la elección de una nueva Cámara de Representantes. En el plano militar, la falta de unidad en las filas mambisas afecta – de manera decisiva – el propósito de continuar la invasión hacia Occidente.

José Martí pronuncia un discurso de elogio al violinista Rafael Díaz Albertini en el Liceo de Guanabacoa

27 de abril de 1879

José Martí pronuncia un discurso de elogio al violinista Rafael Díaz Albertini en el Liceo de Guanabacoa.
En su brillante alocución patriótica, el Apóstol subraya:
“”Los hijos trabajan para la madre.
Para su Patria deben trabajar todos los hombres.””

Ya en este instante, José Martí desarrollaba una activa labor conspirativa junto a Juan Gualberto Gómez y otros patriotas. Poco tiempo después resultaría nuevamente detenido por las autoridades coloniales y, una vez más, tendría que marchar al exilio para continuar su febril quehacer en aras de la independencia.