Museo de Arte Colonial a 50 años de su existencia

30 de julio de 2019

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Ofelia Sandar Valles

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Centro HIstórico de La Habana, Cuba, Cultura, Oficina del Historiador de La Habana, Patrimonio

Fotos: Alexis Rodríguez

 

 

Cincuenta años se dicen fáciles, pero encierran todo un periodo de restauración, remodelación y renovación del diseño museográfico por el que ha transitado el Museo de Arte Colonial que celebra, este 30 de julio, su cumpleaños.
Se trata del segundo museo más antiguo del Centro Histórico precedido por el de la Ciudad. Sus fondos son fundamentales para el patrimonio nacional, pues atesoran piezas de artes decorativas, de artes plásticas y muebles representativos del siglo XVII hasta las primeras décadas del XX en Cuba, entre otros objetos museables.
“Una peculiaridad del inmueble es la presencia de una sala dedicada a los vitrales — una de las más atractivas —, con las piezas del siglo XIX, e incluyen medios puntos, lucetas y mamparas que pertenecían a construcciones del período y que por condiciones de deterioro de las casas, que ya no existen probablemente, fueron rescatados. En su mayoría son del municipio de La Habana Vieja, pero también hay de Guanabacoa, del Vedado, o sea, de otros espacios de la ciudad”, dijo en exclusiva para Habana Radio Indira Carrillo Álvarez, especialista principal del Museo de Arte Colonial.
“Otras de las colecciones más relevantes – continuó – es la de mobiliario que ahora en función del 50 aniversario estamos proponiendo una renovación en el montaje; tres salas que intentan mostrar de manera cronológica el desarrollo del mueble en Cuba desde el XVII, con piezas que pertenecieron al Convento de Santa Clara hasta los primeros años del siglo XX. Es de las más completas que existen en la Isla avalada por especialistas de otras instituciones y esta colección también se complementa con las salas ambientadas: un salón, un comedor, un dormitorio que procuran trasladarnos a la segunda mitad del siglo XIX”.

 

 

El Museo de Arte Colonial además de exhibir los elementos del patrimonio tangible que pudieron haber pertenecido a estas familias, también propone el patrimonio inmaterial o llamado patrimonio cultural vivo asociado a las costumbres y tradiciones de ese tiempo.
La directora del museo, Aliana Martínez Rodríguez, argumentó que todas estas reformas comenzaron a partir de los estudios de maestría de Carrillo con la temática del mueble cubano y realmente será de gran satisfacción mostrar al público el nuevo diseño museográfico, que estará listo para el 30 de julio.
El gran reto – asegura Aliana – es la ampliación de sus espacios. En la edificación contigua al Museo se localiza el Palacio Marqués de Arcos y seguidamente el Palacio Lombillo. Las tres edificaciones, que de manera conjunta forman una L, albergarán piezas almacenadas por mucho tiempo en Arte Colonial, un deseo del Historiador de la Ciudad “de sacar a la luz todo lo que hemos adquirido durante estas cinco décadas”, comenta.

 

 

“Leal nos hizo saber que eran enlazables los museos y, efectivamente, cuando comenzaron los trabajos de investigación y arqueología encontramos timbas que si daban el acceso entre Marqués y Lombillo, lo que demuestra que se comunicaron en una etapa y hoy lo estamos rescatando gracias a los trabajos de restauración y mantenimiento de los tres palacios”, advierte.
Con la nueva concepción museológica podrán tener nuevos espacios dedicados a exposiciones de artes visuales porque hasta el momento se contaba con una sala transitoria pequeña. El Marqués de Arcos mostrará el tránsito hacia la primera etapa republicana y las décadas siguientes del siglo XX, ocuparán espacio en el Palacio de Lombillo.
En este último se podrán apreciar piezas de un dormitorio ambientado del siglo XX, que complementa el existente en el de Arte Colonial correspondiente al siglo XIX. De esta forma se verá la diferencia en cuanto a formas, materiales y también el concepto de curaduría, en función del espacio.
El conjunto de Lombillo incluirá, asimismo, los muebles de tipo perilla, como se le conoce aquí en Cuba, que es básicamente del estilo ecléctico, muy diferente a los de Arte Colonial, perteneciente a los Condes de Jaruco, de gran valor patrimonial por el linaje de esa familia.

 

 

Otro de los atractivos de ese Museo será una sala dedicada a los muebles de mimbre que se introdujeron en la Isla a finales del siglo XIX y tuvieron un período de mayor prevalencia durante las primeras décadas del XX. La intención es ver cómo, entre un espacio y otro, se comunican los edificios, no solo por su relación arquitectónica, sino también por su mobiliario.
Las artes decorativas mostrarán las vajillas antiguas de las familias cubanas en Lombillo y las pertenecientes a Pedro Moral Coronado, un señor que donó al Historiador Eusebio Leal Spengler toda su colección de vajillas atesorada por años, propiedad de condes y marqueses de la ciudad y otras regiones del país.
Por su parte, la colección de las portadas de la revista “Opus Habana”, que tuvo su sede por muchos años también en Lombillo, tendrá una sala para su exposición. Décadas atrás, Emilio Roig de Leuchsenring tuvo su despacho allí y por tal motivo el próximo 23 de agosto se abrirá una sala dedicada al primer Historiador de la Ciudad de La Habana. Como novedad cada año, en la misma fecha, se renovará con una temática diferente, a partir del estudio de especialistas del archivo histórico de la Oficina.

 

 

El Museo de Arte Colonial también se suma a las propuestas de Rutas y Andares, con la Ruta de las Costumbres Habaneras. De manera especial estos recorridos vinculan a otros museos de la ciudad: el Napoleónico, el de Orfebrería, la Casa del Vedado, el Museo de la Ciudad, así como el Museo de Arte Sacro, ubicado en el Convento de San Francisco de Asís, además del Museo Los Naipes, la Casa de África y de Pintura Mural.
El día del aniversario, el miércoles 30 de julio, el público asistente a Rutas y Andares se aproxima a otra iniciativa del proyecto relacionado con los museos de la catedral, liderado por el de Arte Colonial, donde pueden apreciar el nuevo diseño, a propósito de sus 50 años.

 

 

Como parte del itinerario también se visita el Marqués de Arcos, sede del Liceo Artístico y Literario de La Habana. Se trata de un centro cultural que aúna diversas manifestaciones artísticas como la música, la poesía, la orfebrería, entre otras.
Lombillo, por su parte, acoge con motivo del onomástico, la exposición de grabados “La Habana de ayer”, una compilación de varias piezas de esta disciplina que recrea La Habana de siglos.