Memorias de una elegida

8 de febrero de 2015

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Fernando Rodríguez Sosa

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Celina González, Literatura

La Reina de la Música Campesina Cubana merecía, desde hace mucho tiempo, un libro de estas características. Una obra que develara el alcance y la solidez de una trayectoria artística que ha trascendido las fronteras de la isla, para llevar su mensaje a otras latitudes del mundo. Un volumen que entregara las coordenadas necesarias para descubrir, en su real dimensión, pasajes de una vida y una obra consagradas a la defensa de lo cubano.

Bienvenida, por ello, la publicación del volumen titulado Celina González, una historia de amor (Editorial Letras Cubanas, Colección Voces, 326 pp), de Mireya Reyes Fanjul. Una entrega que se aproxima a las realidades y las esperanzas, las alegrías y las angustias, los desvelos y los sueños, de una mujer que, a lo largo de varias décadas de carrera artística, logró rescatar y enaltecer la música de los campos de la isla.

Sustentada en una amplia fuente documental, que incluye tanto la consulta de publicaciones periódicas como la realización de numerosas entrevistas, la autora estructura su obra en treinta y nueve capítulos. A través de una narración directa y sencilla, se integran anécdotas, memorias, recuerdos, que reconstruyen momentos no sólo de la vida artística de Celina, sino también de su entorno familiar.

Ese es, precisamente, uno de los méritos de esta investigación testimonial realizada por Mireya Reyes Fanjul. Porque la lectura de estas páginas también rescatan la figura, lamentablemente algo olvidada, de Reutilio Domínguez, esposo de Celina, voz y guitarra en el dúo que integraron por varios años, y valoriza a Lázaro Reutilio, hijo de ambos y miembro del dúo en su última etapa creadora.

He aquí un fragmento de Celina González, una historia de amor, relacionado con una de las composiciones más relevantes creadas por la Reina de la Música Campesina Cubana y uno de los primeros éxitos del dúo a su arribo a la capital cubana:

Celina se pasó meditabunda todo el día, con muchas cosas en la cabeza, y en la noche, sin que pudiera explicar cómo, espontáneamente, letra y música le salieron de un tirón.

Al día siguiente, el dúo se presenta en Radio Cadena Suaritos y se pone a ensayar el recién compuesto número A Santa Bárbara en una cabina de transmisión desocupada, cuando pasa Suaritos y queda fulminado al escucharlo. La potentísima voz de Celina remueve los cimientos del edificio. Suaritos decide abrir los micrófonos y sacarlos al aire en ese mismo instante, sin decirles nada, sin anunciarlos, sin “ponchar” la pieza musical, decidido a compartir con los oyentes lo que él llamó “!un cañonazo!”. De inmediato, se empiezan a recibir cientos de llamadas en la emisora solicitando información sobre los intérpretes, sobre la canción, pidiendo que la repitan. Y así, desde el momento de su lanzamiento, Que viva Shangó –como también se la conoce–  se convirtió no sólo en un éxito nacional e internacional cuya vigencia dura hasta la fecha, sino en una pieza emblemática y de referencia obligada en la antología de la música cubana.

Otros materiales de enorme valor enriquecen esta entrega editorial. Las fotografías reproducidas –en gran medida inéditas–  permiten develar el universo personal y familiar de la artista. La extensa discografía incluida –con casi doscientos asientos–  es fehaciente muestra del impacto que, en Cuba y en el extranjero, ha producido el arte de esta compositora e intérprete de la música insular.

Guionista de radio y televisión, Mireya Reyes Fanjul (La Habana, 1949) es autora, entre otros, de los telefilmes Rosa la Salinera, Ébano y marfil y Esperando a Juan. Ha escrito, asimismo, poesía y narrativa y obtenido algunos reconocimientos literarios en certámenes nacionales y extranjeros. En la actualidad, prepara una versión para el cine de la vida de Celina González.

No se equivoca el poeta, narrador y ensayista Miguel Barnet cuando afirma que Mireya Reyes Fanjul ha recogido la vida de Celina “con pasión creativa y no ha dejado un resquicio por donde pueda escapar un solo soplo del ángel de Celina. Un ángel encantado (que) le dio la oportunidad de encontrarse con su biógrafa, una escritora de raza, que nos ha entregado a una Celina de cuerpo entero, a una mujer excepcional, a una elegida”.

Celina González, una historia de amor es un libro que salda varias deudas. La primera, indudablemente, con la historia personal de una artista que ya es parte esencial de la propia historia de la cultura insular. La segunda, con la música campesina de la isla que, a través de estas páginas, es también contada con el esplendor y el reconocimiento merecidos, para así contribuir a preservar la identidad de la nación cubana.