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Los medicamentos y la tos

29 de julio de 2021

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Otro de los síntomas distintivos del Covid-19 es la tos. A lo largo de la pandemia se ha visto que, desde el comienzo de la infección, la mayoría de los pacientes han presentado cuadros de tos. Por esta razón, la tos se ha convertido en otra señal de alerta muy importante que puede hacer sospechar la presencia de la enfermedad.

Sin embargo, a pesar de la tensión que se ha generado en las personas dadas las circunstancias actuales, no es recomendable ser presa del temor desde el primer vestigio de tos, pues aunque la vigilancia y la prevención de la infección con el virus Sars-Cov-2 debe ser una conducta permanente, también hay que tener presente que existen otras causas por las que puede presentarse tos y una de ellas está relacionada con el uso de ciertos medicamentos.

Hay personas que tienen tos crónica y no saben cuál es la causa ya que no tienen otros síntomas. Sin embargo, la tos puede ser generada como efecto secundario del uso de ciertos medicamentos para tratar diferentes enfermedades. Este es el caso de los medicamentos para la presión alta o hipertensión, para los problemas de corazón, la quimioterapia y los antirretrovirales.

Por ese y otros motivos es importante leer el prospecto de los medicamentos que se toman para saber si indica que pueden producir como efecto adverso tos y actuar en correspondencia con ese hallazgo.

Ante la aparición de tos relacionada con el consumo de un medicamento no se debe suspender la medicación por cuenta propia sin autorización de un médico, ya que puede ser perjudicial abandonar el tratamiento.

Cuando se piensa que un medicamento está produciendo tos, lo correcto es acudir a consultar al médico para ver qué solución aconseja para tratar la tos, o si considera que es necesario cambiar el medicamento.

En algunos grupos farmacológicos la producción de tos es un efecto muy frecuente. Este es el caso de los medicamentos pertenecientes al grupo de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, también conocidos como IECA.

Este grupo farmacológico está integrado por un numeroso grupo de medicamentos, entre los cuales se encuentran dos bastante conocidos: el captopril y el enalapril, los cuales son habitualmente empleados en el tratamiento de la hipertensión arterial debido a que disminuyen la resistencia vascular sistémica y las presiones arterial media, diastólica y sistólica en diversos estados de la hipertensión.

Por lo general la tos es el efecto secundario más frecuente de los IECA. Se ha descrito una tos seca al utilizar estos medicamentos, que se caracteriza por su persistencia mientras se sigue el tratamiento y su desaparición al suspenderlo.

La incidencia de este efecto secundario de los IECA, más molesto que incapacitante, no ha sido totalmente determinada, pero su prevalencia oscila entre el 1% y el 30% de los pacientes tratados.

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