ribbon

Esa constante acidez

31 de mayo de 2018

|

 

ppal-acidez_0

 

Las cejas fruncidas, un rictus de dolor en los labios, y la mano, instintivamente, llevada al estómago, identifican a quienes padecen de ardor o acidez estomacal. En esos casos, se recurre a ingenuos recursos que nada solucionan: “agua bien fría” o “buchitos de leche”. Errada búsqueda de soluciones en vez de dar el paso más certero: visitar al médico.

No obstante, el conocimiento más elemental contribuye a no caer en consejitos bien intencionados, que pueden agravar su padecimiento. Por tanto, vamos a transmitirles cómo definen los médicos el origen y posterior terapéutica de esa temible acidez.

La quemazón puede comenzar en la boca del estómago y desplazarse hasta la garganta acompañada de un sabor amargo o ácido en la boca; en muchos casos incluye el regreso de la comida o líquidos a la garganta (regurgitación), sobre todo, cuando la persona se acuesta (reflujo esofágico).

Esa reacción es causada por el mal funcionamiento del esfínter inferior del esófago, el cardias, una abertura o anillo muscular que separa el esófago del estómago y su función es permitir el paso de la comida, y al terminar ese tránsito del bolo alimentario el cardias se cierra, evitando el regreso al esófago de la comida y los jugos gástricos.

Puede deberse a comidas abundantes o realizadas una tras otra, determinados alimentos, embarazos, fármacos, laringitis, faringitis, etc., hasta una hernia hiatal se vincula al reflujo esofágico.

Los médicos recomiendan masticar y comer despacio, triturar los alimentos. Realizar de 4 a 5 comidas al día para evitar la secreción de ácidos gástricos. La última ingesta debe ser con un mínimo de 2 horas antes de acostarse. Prescindir de fritos, guisos, embutidos, leche entera, mantequilla y salsas. Las dietas deben ser ricas en proteínas y pobre en grasas. Buena medida es cocinar a la plancha, horno, hervido, microondas, vapor… y eliminar las frutas cítricas, tomate, café, bebidas carbonatadas, pimienta, pimentón, mostaza, alimentos muy calientes o muy fríos.

Esta son las líneas generales para conocer las causas que generan los síntomas. Pero, lo realmente importante es visitar al médico y proceder a la investigación que permitirá diagnosticar, a tiempo, cualquier otra complicación derivada de esos síntomas.

Galería de Imágenes

Comentarios