Discriminación

12 de marzo de 2021

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Cecilia Garcia

 

 

El pasado primero de Marzo se celebró el Día Mundial de la No Discriminación. Inicialmente fue concebido por la ONU para de alguna forma crear conciencia con la discriminación que sufrían las personas infectadas con el virus del VIH, pero en estos momentos se utiliza en la lucha contra la discriminación en muchos aspectos.

Las personas seropositivas al VIH han sido víctimas de discriminación desde que se diagnosticaron los primeros casos hace más de 40 años. Discriminación y en muchos casos hasta violencia en los centros de trabajo, de estudio o en la comunidad. Una persona diagnosticada además de sufrir el impacto del diagnóstico era cruelmente rechazada (en muchos países aún sucede).

El desconocimiento ante una enfermedad nueva, la falta de información y el miedo hacía que los rechazaran. En ocasiones se adicionaba la discriminación por el color de la piel, esfera social, sexo u orientación sexual y aunque en Cuba esto último sucede muy poco si es cierto que la discriminación a personas con VIH/sida de alguna forma estuvo muy presente, baste recordar los sanatorios de los primeros años donde eran recluidos y aislados por el solo hecho de estar diagnosticados, el rechazo de la familia, que en ocasiones no los querían ni en la casa, y las administraciones, que no los aceptaban en los centros de trabajo alegando cualquier otro motivo.

Siempre me pareció discriminatorio el hecho de que estos pacientes tuvieran un sillón solo para ellos en las consultas de Estomatología o que se tuviera un instrumental solo para ellos, y sé que esto se hizo en muchos casos para agilizarles estos procesos, pero ellos se quejaban porque lo consideraban discriminatorio, y tenían toda la razón ya que si se cumplen bien las medidas de bioseguridad que están establecidas con todas las personas (conozcamos su diagnóstico o no) no hay peligro de contagio.

Después de más de 30 años de información a la población sobre el virus, de educar y capacitar al personal de salud y sobre todo establecer leyes que protegen a estas personas y penalizan cualquier acto discriminatorio la situación en nuestro país es completamente diferente.

Pienso con tristeza en los pacientes de los primeros tiempos de la infección que se vieron obligados a vivir estas situaciones desagradables por el solo hecho de haberse infectado con un virus poco conocido hasta entonces, y que podía afectar a cualquiera, recordemos que no había una cultura del uso del condón, pienso también en las mujeres tan discriminadas en gran parte del mundo por el solo hecho de ser mujeres, en sus hijos que también la han sufrido y en muchos países aún la sufren.

Quisiera reflexionemos sobre el daño que se puede causar a una persona cuando la discriminamos por cualquier causa. Se necesita información y ser empático, ponerse en los zapatos del otro antes de juzgar. Solidaridad, apoyo y aceptación es lo que necesita quien está atravesando por una situación de este u otro tipo.

Ojalá un día podamos vivir en un mundo sin discriminación por sexo, orientación sexual, color de la piel o cualquier otra causa.