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Autoestima

29 de junio de 2020

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Tener una buena autoestima se traduce en tener una buena salud mental, proporciona una adecuada confianza en uno mismo y una sensación muy clara y placentera de nuestro valor y capacidades.

Un alto nivel de autoestima es indispensable para enfrentar las dificultades que se nos presentan día a día, otorga la energía suficiente para arriesgarse, tomar decisiones a pesar de las posibles opiniones en contra, y sentirlas como válidas y dignas de ser valoradas.

La autoestima se forma como resultado del proceso de satisfacción o frustración de las necesidades humanas a través de la vida.

Algunos profesionales de la psicología definen la autoestima como la forma de aceptarse uno mismo como la persona que somos, con cualidades y defectos, no para desvalorizarnos por los últimos, sino para trabajar a partir de ellos en nuestro desarrollo y mejoramiento como ser humano.

Una autoestima positiva se construye sobre la base de un adecuado autoconocimiento, la capacidad de aceptarnos tal como somos y del esfuerzo por desarrollar nuestro potencial humano. Si nos sentimos a gusto con lo que somos y con lo que hacemos eso nos ayuda a fijar nuestros objetivos o metas y establecer vínculos sociales adecuados. Quererse a sí mismo resulta fundamental para poder querer a los demás.

Es importante para el desarrollo de la autoestima aceptarnos como somos, con los rasgos negativos que tenemos, ser conscientes de ellos y reflexionar sobre cómo llevarlos a positivos.

Poseer un buen abanico de motivaciones positivas que enriquezcan nuestras vidas, pensar más en la solución del problema que en el problema en sí, no tener una actitud fatalista o negativa ante cualquier situación, tener un buen sentido del humor, rodearnos de perdonas positivas, trazarse metas personales y trabajar pensando en que podemos lograrlas, ayuda a tener una buena autoestima.

Si tenemos una buena autoestima sabremos valorar a alguien que también la tiene,  en lugar de sentirnos amenazados por ella, o por sus logros.

Las personas con una autoestima elevada suelen ser más admiradas, logran sus metas con más facilidad (son más objetivas al trazarlas) y generalmente son personas felices.

Tener espacios de autocuidado, respetarte y valorarte, establecer límites, aceptarte como eres, es elevar nuestra autoestima y es un buen camino para lograr una buena calidad de vida, mejor salud y estabilidad en la vida.

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