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Valoración de la capacidad expresiva y de diálogo adquirida (b)

20 de junio de 2014

Cultura entre las manos. Más de seis años de trabajo en pos del desarrollo sociocultural y la integración de la comunidad Sorda de La Habana. XI (B)
Por Yalena Gispert y Gladys González

La Lengua de Señas es una lengua conversacional, una lengua de uso totalmente ágrafa, que en Cuba aun necesita enriquecimiento y desarrollo. La Lengua de Señas Cubana como fenómeno vivo de la comunicación, progresará en la medida en que se emplee en los más variados contextos. Cultura entre las manos es un espacio creado precisamente para la socialización de esta lengua en un escenario prácticamente virgen para ella, la cultura y el patrimonio, un nuevo ámbito para colectivizarla y compartir sus avances.

Roberto Mesa

Roberto Mesa

“En el proyecto hasta se aprenden nuevas señas –explicó Roberto Mesa- lo mismo porque las personas mayores dominan una Lengua de Señas antigua que ya no se usa y tienen entonces la oportunidad de aprender las modernas, las oficializadas, y ver los cambios que han sucedido, que por una negociación lingüística que es necesaria hacer momentáneamente porque la seña no existe o el concepto no se conoce, así es que de todas formas enriquece nuestro vocabulario aportando nuevos conceptos. A mí, que no soy tan viejo me pasa también, y es porque la Lengua de Señas es una lengua viva, que crece e incorpora otras señas necesariamente”.

Silvia Jiménez Gispert

Silvia Jiménez Gispert

Silvia Jiménez, por su parte, después de visitar el Castillo de la Real Fuerza comentó: “La seña para nombrar fuerza, al señar el nombre del Castillo, no la hemos pensado aun. Quizás existe, pero el asunto es que la palabra fuerza tiene diferentes significados en la lengua española, por lo que la seña que la identifica con el músculo por ejemplo, no se puede emplear para denominar el Castillo porque lo estaríamos haciendo mal, ese no es su significado real. Debemos conocer y comprender primero el otro significado de la palabra fuerza, el que se refiere a poderío para hallar la seña correcta. Si no visitamos este Museo y no conocemos su historia, y por qué se llama Castillo de la Fuerza, le seguiríamos llamando mal…”
La incursión de Cultura entre las manos en temáticas tan específicas ha puesto en evidencia la necesidad de desarrollo de la Lengua de Señas Cubana, partiendo del hecho de que un concepto que no esté en la lengua de una cultura es la resultante de que esa cultura no ha necesitado ese concepto y que podría incorporarlo si esta surgiera.

Jorge Ponjuán Tamayo

Jorge Ponjuán Tamayo

A propósito algunos de los expertos y especialistas entrevistados afirman. “El proyecto ha obligado a ampliar el léxico de la Lengua de Señas Cubana para dar respuesta a la falta de señas para el abordaje y comprensión del contenido o la información que se recibe en el ámbito de la cultura y el patrimonio. Ha impuesto una necesidad y como consecuencia el patrimonio lingüístico ha crecido”, según Jorge Ponjuan.

Onedys Calvo

Onedys Calvo

Por su parte, Onedys Calvo, como especialista en la gestión del patrimonio, al respecto comentó: “en la interacción con la comunidad Sorda pude observar que muchos vocablos de su lengua no tienen traducción, hay muchas palabras que requieren ser deletreadas. Y, creo que en este sentido Cultura entre las manos impone una necesidad porque está abriendo un espacio importante para diferentes lenguajes científicos, sobre todo los que tienen que ver con la cultura y el patrimonio, lo cual implica un reto en la traducción de todo ese lenguaje específico a la lengua de señas. Observo más una exigencia que una opción -por así decirlo-, de que se amplíe, se diversifique y se desarrolle”.
Y, es que como apunta Magda Resik, “el solo hecho de encontrarse, reunirse, practicar la Lengua de Señas Cubana en actividades como estas en el ámbito patrimonial, que los integran y los hacen participar de conjunto, ya es una manera también de desarrollarla y además, expandirla”, aseguró Resik.

MsC. Yanet Rodríguez Martínez

MsC. Yanet Rodríguez Martínez

La integración de las acciones del proyecto como sistema ha venido a enriquecer su funcionamiento para el logro de los objetivos. Como asegura Yanet Rodríguez “para contribuir al desarrollo lingüístico de esta comunidad se necesitan varias acciones integradas, no elementos aislados, y esto es lo que ha generado el Proyecto. Ha sido una punta de lanza en el desarrollo lingüístico de esta colectividad a partir de la organización del trabajo”.
El proyecto ha logrado estimular procesos participativos, no solo por el hecho de que la persona sorda siente que está, sino porque es capaz de generar procesos de aprendizaje colectivo. Y esto viene dado como apunta Yoel Moya, por el “carácter natural, voluntario y estimulante” con el que se ha trabajado durante estos cinco años, para contribuir a “que las personas Sordas encuentren un espacio para expresarse en diferentes momentos y de muy variadas formas, para formar parte de algo que ya han hecho suyo”, lo cual se demuestra sin dudas, en la elaboración de los mensajes de bien público que de conjunto con estudiantes de Comunicación Visual, del Instituto Superior de Diseño (ISDI), más tarde fueron llevados al discurso gráfico.
“Esa comunidad va a encontrar ahí y de hecho ya encuentra capacidad creativa potenciada y desarrollada, integración, aprendizaje; son muchas aristas que pueden hacer que potencialmente mañana esa comunidad genere procesos de participación para el desarrollo mucho mayores”, afirmó Resik.

Miriam Meneses Volumen

Miriam Meneses Volumen

El desarrollo de la comunidad Sorda, su lengua y su cultura, ha sido interés de los especialistas encargados de la educación e instrucción de este grupo a nivel internacional. En Cuba, este empeño cobró fuerza desde hace diecinueve años y han sido muchos los esfuerzos realizados. Cultura entre las manos ya cuenta como uno de ellos, pues ha llegado a ser objeto de mira por su impacto en la comunidad. “Nosotros tenemos una actividad en la Asociación de Sordos que se llama Peñas de Lengua de Señas Cubana. En ella trabajamos la promoción, el desarrollo del léxico dentro de la comunidad Sorda y una vía muy importante para apoyar esta labor es el espacio que ha abierto Cultura entre las manos, por eso desde el inicio buscamos estrechar los vínculos con ustedes para trabajar de conjunto, porque de verdad tributan al trabajo que nosotros también hacemos desde la Asociación de Sordos”, apuntó Miriam Meneses.

Yoel Moya Pérez de Corcho

Yoel Moya Pérez de Corcho

“Fuera factible que se produjeran más espacios de intercambio entre ustedes y las entidades que hoy dedican estudios profundos a las particularidades lingüísticas de la LSC como lo hacen con la Universidad de La Habana, a ella se pueden sumar la Universidad Pedagógica Enrique José Varona y, de manera particular, el Centro Nacional de Superación y Desarrollo del Sordo (CENSORD). Este último, del cual formo parte, -apuntó Yoel Moya- le abre sus puertas al proyecto para poner en sus manos los principales resultados científicos que en los últimos tiempos se han obtenido en este campo de la lengua, los que podrá usar, desde su perspectiva, en pos del beneficio de la Comunidad Sorda Cubana, objeto social de atención compartido por ambos proyectos; además de valorar la posibilidad de desarrollar acciones conjuntas sobre este y otros campos que se quieran explorar”.
A lo cual agregó. “Si cabe una sugerencia, por el valor sociocultural y humano y la utilidad del proyecto, considero, luego de haber podido constatar su efectividad, sustentada en el poder movilizativo y motivador que posee, se estudie y se piense, de alguna manera, en la posibilidad de generalizar esta maravillosa experiencia al resto de las provincias del país, es allá, donde las micro-comunidades Sordas están más necesitadas de información y de atención cultural integral y, es una pena que mientras la comunidad habanera, que es de hecho, la más beneficiada desde el punto de vista cultural, crece espiritualmente con un proyecto como este, el resto de las personas Sordas cubanas, en la segunda década del siglo XXI, permanezcan en un nivel de subdesarrollo cultural, cada vez más difícil de superar. Cada provincia cubana cuenta con historia, tradiciones y valores culturales extraordinarios, así como, cada micro-comunidad Sorda posee elementos identitarios distintivos; todo lo cual puede explotarse en función de contribuir al desarrollo de esta comunidad lingüísticamente minoritaria”.

Continuará…

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