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USA: hipermillonarios a costa del sufrimiento

21 de julio de 2025

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No será la primera vez y, lamentablemente, tampoco la última que denunciamos como un pequeño grupo de ultrarricos en Estados Unidos reescriben las reglas para enriquecerse aún más, mientras desmantelan los servicios que sostienen a las familias trabajadoras.

Así lo confirma Shawn Thew, de la agencia noticiosa española EFE, al alertar que con la aprobación de la nueva megaley fiscal, Donald Trump y los republicanos han dejado claro que su prioridad es financiar el miedo y el castigo y desfinanciar la salud y la dignidad, y explicaba como el paquete legislativo de mil páginas transfería masivamente recursos públicos hacia los bolsillos de los ultrarricos, las corporaciones privadas y el aparato de detención migratoria.

Entre sus medidas más alarmantes, el proyecto asigna más de 170 000 millones de dólares para el control migratorio y operaciones relacionadas con la frontera. Igualmente, convierte al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en la agencia con la mayor financiación del Gobierno federal.

La misma ley incluye recortes históricos y devastadores a programas vitales como SNAP, o estampillas de comida, y Medicaid —programas de los cuales millones de familias trabajadoras latinas dependen para sobrevivir.

Pero esta ley no es una anomalía, sino parte de un patrón más amplio: una estrategia sistemática de Trump y sus seguidores para enriquecer a los ricos—oligarcas, contratistas privados y aliados políticos— a costa del bienestar público. Detrás de cada muro, cada nuevo centro de detención y cada redada migratoria, hay intereses económicos poderosos que se benefician enormemente del sufrimiento humano.

Entre los oligarcas más poderosos detrás del telón se encuentra George Zoley, fundador y presidente ejecutivo de GEO Group, una de las corporaciones de cárceles privadas más grandes y lucrativas del mundo. Por muchísimo tiempo, Zoley y GEO Group han sido donantes prolíficos de causas y candidatos conservadores.

Otro actor clave es Peter Thiel, multimillonario tecnológico, inversionista de capital y cofundador de PayPal y Palantir Technologies. Thiel fue uno de los patrocinadores principales de Trump. Su empresa, Palantir, se ha convertido en un elemento central de la maquinaria de deportación de la Administración, proveyendo al ICE con potentes herramientas 2tecnológicas que facilitan redadas, vigilancia y rastreo de inmigrantes. Durante el primer mandato de Trump, Palantir colaboró extensamente con el ICE, proporcionando sistemas de perfilación digital para ejecutar políticas antiinmigrantes.

Y no termina ahí. Multimillonarios como Howard Lutnick, Tilman Fertitta y Linda McMahon ahora dirigen agencias clave del Gobierno del republicano, donde definen políticas que benefician sus propios intereses financieros, no a los del pueblo estadounidense.

Hay micho más que decir sobre todo esto, como se regodean de que se avanza en la política de Trump de deportar a un millón de indocumentados este año, cien mil de los cuales ya guardan prisión y otros muchos reciben un traro inhumano como muestra el medio californiano La Opinión:

“Un día después de una masiva protesta contra el Dignity Health Glendale Memorial Hospital por la presencia del Servicio de Migración y Aduanas (ICE) dentro de sus instalaciones para vigilar día y noche a una inmigrante a la que llevaron en estado de gravedad tras su violento arresto, este viernes 18 de julio, fue trasladada a otro hospital en el condado de Orange.

“Tras pasar dos semanas en el Hospital Memorial de Glendale, Milagro Solís Portillo fue llevada al Anaheim Global Medical Center en la ciudad de Anaheim en el condado de Orange.

“En una publicación hecha en las redes sociales, se dio a conocer que Milagro, en medio de gritos y patadas, fue forzada a salir del Glendale Memorial Hospital por tres hombres enmascarados al parecer con una orden de arresto.

“Maggie Sisco, contacto familiar, indicó que Milagro fue sacada del hospital entre las 5:45 y las 6:30  de la mañana, aun cuando el equipo médico les informó que no estaba estable y lista para ser dada de alta”.

Milagro, de 36 años, había sido arrestada por dos oficiales del ICE el 3 de julio en Sherman Oaks, un barrio en el Valle de San Fernando, en un encuentro en el que salió lesionada.

De acuerdo al Immigrant Defenders Law Center, los oficiales le torcieron los brazos, la arrojaron al suelo, lo que le provocó heridas tan severas que comenzó a vomitar y ahogarse en el auto del ICE, relató el Diario de las Américas.

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