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Unidad en la diversidad

23 de enero de 2023

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La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), necesariamente ha transitado por los mismos desafíos que afronta la región, ya sean políticos, económicos, efectos de la Covid-19, sanciones económicas y financieras a algunos países por parte de Estados Unidos,  y —de forma muy lamentable— afectada también, en la consolidación de su objetivo principal: la unidad en la diversidad. 

En este escenario, la VII Cumbre de la Celac, a celebrarse en Argentina este 24 de enero, se congratula por el regreso del Brasil de Lula, luego de que el ex mandatario Jair Bolsonaro se alejara de la organización.

Se espera también, la necesaria participación de la Colombia de Gustavo Petro, y el imperativo de todos de hacer un frente común, ante el persistente interés de Estados Unidos de reactivar la Doctrina Monroe para limitar la soberanía de nuestros países e imponer su dominio neocolonial.

En los últimos años, la región, además de sufrir los duros embates de la pandemia, fue objeto de golpes de estado como el ocurrido en Bolivia el 10 de noviembre de 2019, también la arremetida judicial contra la vicepresidenta argentina Cristina Fernández, así como los actuales sucesos en Perú, caracterizados por la represión, que ya ha causado más de 60 muertos y cientos de heridos.

No obstante, se aprecia un rechazo mayor a la política injerencista y de sanciones de los gobiernos estadounidenses contra la región en su conjunto y en particular contra naciones como Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Se alzan, a su vez, voces más fuertes de crítica a la despretigiada OEA y su nefasto papel en América Latina y el Caribe, y hasta se ha propuesto la sustitución de esa entidad al servicio de Washington, por otro mecanismo que defienda los intereses de nuestros pueblos.

En este sentido, lograr una Celac fortalecida, plural, comprometida con la unión y la integración, solidaria y democrática, es el objetivo básico que esperan nuestros países.

El camino hacia la verdadera integración está iniciado. El haberse acordado por la totalidad de los mandatarios de la región, en la II Cumbre celebrada en La Habana, el 29 de enero de 2014, de declarar a «América Latina y el Caribe como zona de paz» es un hito para toda la comunidad internacional.

También tiene el valor agregado de comprometernos a luchar por la paz, por la no confrontación entre los países de la región, y por levantar la voz en todos los foros —locales, regionales o mundiales— para que se haga realidad este imperativo.

En la cita de esta semana en Argentina, se ponderará el reconocimiento de la Celac  como representante genuino de Latinoamérica y el Caribe y único interlocutor que puede hablar a nombre de la región en el contexto global y por ello se advierte la necesidad de preservar y fortalecer la unidad de cara a la Cumbre Celac-Unión Europea, que tendrá lugar en julio, en Bruselas.

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