Una vez más en estampida
29 de julio de 2025
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La noticia recién conocida no es de sorprender: el gobierno imperialista de Estados Unidos ha comunicado -una vez más- que se retirará de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), a la que se añaden el Deporte y la Comunicación.
No es de sorprender, pues el actual régimen establecido en Washington ya se había retirado del Consejo de Derechos Humanos y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el caso de la UNESCO, no es la primera vez que esto ocurre, pues ya en la década final del pasado siglo hizo semejante anuncio cuando acusó a esa agencia especializada de Naciones Unidas de ser la promotora y organizadora de un Nuevo Orden Mundial de la Información y las Comunicaciones (NOMIC), algo que los imperialistas temen como a la propia peste, pues no dejan de comprender que el injusto, desequilibrado y unilateral orden actual es un baluarte indispensable para la perpetuación del dominio y la hegemonía imperiales, capitalistas y neocoloniales pues es la forma de lograr el control sobre “los corazones y las mentes” de los propios explotados y sometidos.
Cualquier fisura en ese esquema debe ser combatido hasta el aniquilamiento por parte del imperio, con los yanquis en primera línea, tal como ocurrió cuando aquella campaña de presiones y amenazas contra la UNESCO, que concluyó con la retirada por un largo período de casi veinte años.
Pero el mundo no se detiene, aunque los imperialistas y asociados crea que pueden lograrlo con sus amenazas y maniobras sucias contra la humanidad que no les perdona y sigue luchando por sus derechos, libertades y justicia plena.
La combinación amenazante de sanciones, aranceles y bombas ha demostrado no ser suficiente y objetivos como el logro de un Nuevo Orden Informativo Internacional no han podido ser detenidos ni olvidados ni desterrados del escenario internacional de los medios de. comunicación y este nuevo orden sigue dando pelea de diversas formas, con nuevas tecnologías e iniciativas ajustadas al momento actual.
En esta segunda retirada (o huida, como quiera llamarse) alegan que la UNESCO ha dado ingreso como miembro con pleno derecho a la Autoridad Nacional Palestina y reconocido así totalmente su beligerancia estatal. Le acompaña, por supuesto, la entidad sionista israelí que ya antes había hecho saber también su estampida de la organización.
De todos modos, no debe olvidarse que el régimen que ocupa actualmente la Casa Blanca está bastante alejado de todo lo que signifique educación, ciencia y cultura, renglones a los que ha rebajado brutalmente los presupuestos y asignaciones en su propio país, considerándolo como gastos sociales innecesarios.
Desde ese punto de vista, y siguiendo esa misma línea de estrecho pensamiento esta segunda retirada responde a ese desprecio reiteradamente exteriorizado por todo lo que la UNESCO representa y defiende, dentro de un más amplio marco de acciones contra las Naciones Unidas, sus agencias y funcionarios.
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