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Una década del ALBA: la alianza con Petrocaribe

18 de septiembre de 2014

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Diez años están próximos a cumplirse del momento en que Fidel Castro y Hugo Chávez constituyeron en La Habana el 14 de diciembre del 2004,- en nombre de Cuba y Venezuela inicialmente,- la actual Alianza (entonces Alternativa) Bolivariana para los pueblos de Norte América. Fue un hecho verdaderamente histórico en los anales de nuestro continente, – del Río Bravo a la Patagonia,- y se proyecta y consolida como tal cada día que pasa, dejando atrás nobles planes e ideas para establecerse firmemente como la organización de integración regional que promueve una unión y complementariedad de nuevo tipo, una realidad regional de ayuda mutua y solidaridad regional entre naciones hermanas que tiene como misión enfrentar la exclusión social y la pobreza, mientras defiende la soberanía y la independencia de sus integrantes.

Actualmente, la acción de la ALBA se ha extendido a múltiples campos como la seguridad alimentaria, el intercambio  comercial al justo y el desarrollo del transporte, el turismo, la cultura, el arte y los medios de comunicación. Un paso de avance trascendental fue la creación del Sistema Único de Compensación Regional (SUCRE), en pleno funcionamiento y buscando romper el dominio del dólar en el comercio interregional.

Fue, sin embargo, la dinámica ampliación de la ALBA mediante su reciente alianza con el novedoso esquema de integración en el campo del petróleo y los hidrocarburos en general, conocido como PETROCARIBE, lo que muchos observadores consideran como el más importante movimiento encaminado por ambas alianzas, vinculadas y ampliadas así a la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y al Mercado Común del Sur (MERCOSUR). Fue un paso decisivo  que, en su conjunto, abarca e influye en toda Nuestra América.

Por supuesto, los grandes consorcios de la comunicación que detentan monopólicamente la información en América Latina y el Caribe intentan siempre que pueden ignorar, ocultar o deformar la efectiva acción solidaria de la ALBA en todos los campos.

Para contrarrestarlo y mostrar también un nuevo modelo de información sin compromisos con el capitalismo neoliberal, la Alianza dispone de órganos que van conquistando importantes espacios de penetración y audiencia como ya son Telesur y la Radio del Sur.

Una característica de la ALBA desde su creación, pues fue uno de sus objetivos fundacionales es la coordinación con los movimientos sociales en cada uno de sus países miembros y la lucha en común por defender y hacer avanzar este modelo alternativo de desarrollo, que no es simplemente económico o comercial sino que va más allá y procura una visión común, solidaria y humanitaria, con unidad en la diversidad y respeto mutuo.

Todas las subregiones del Continente están representadas en la ALBA como países miembros: Dominica, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Antigua – Barbuda y Cuba en el Caribe; Nicaragua en Centroamérica; Venezuela, Ecuador y Bolivia en Sudamérica. PETROCARIBE, por su parte, cuenta con 19 países asociados en el área. Las ideas originales de ambos entendimientos se expanden, no sin lucha.

Varios e infructuosos han sido los esfuerzos y baldías la maniobras sucias del imperialismo estadounidense y los socios locales a su servicio por hacer fracasar este esquema ejemplar de integración y soberanía. A poner fin en América Latina y el Caribe a la vergonzosa concepción de “patio trasero” de los yanquis, no caben dudas de que la alianza del ALBA abrió el camino y sigue desarrollándolo.

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