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Un símbolo vacío para Donald Trump

6 de junio de 2019

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La llamada al diálogo, a la no confrontación, a no dejarse llevar por malos consejos ha sido a mi entender la postura adecuada adoptada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador /AMLO) ante la actitud prepotente y agresiva de su par norteamericano, Donald Trump, al amenazar con aranceles que serán cada vez más elevados a los productos importados de México, si el mandatario mexicano no reprime y elimina el flujo migratorio hacia Estados Unidos.

El presidente de Estados Unidos anunció aranceles del 5% a todos los productos mexicanos enviados a ese país, los cuales subirán gradualmente hasta el 25% en octubre, hasta que México no cierre el paso de migrantes hacia la frontera binacional.

Por otro lado, Trump también está considerando anunciar nuevas restricciones sobre asilo que implicarían cerrar la puerta de ingreso a los refugiados centroamericanos.

La propuesta que se está evaluando prohibiría que migrantes soliciten asilo si han residido en un país diferente al suyo antes de llegar a Estados Unidos, lo cual se supone se aplicaría a todo centroamericano que primero pase por México. Expertos señalan que esto viola la ley de asilo estadounidenses y, por lo tanto. enfrentaría una disputa ante los tribunales si es presentada.

La agresiva política de Trump al efecto ya  tiene cercanas reminiscencias con el ímpetu de las fuerzas represivas hondureñas en evitar la salida del país a migrantes que huyen de la miseria y la persecución política, y en el envió de soldados norteamericanos a Guatemala para realizar igual acción contra los migrantes de la tierra del quetzal que traten de hacerlo. Con México, se busca el colofón de ese estilo inhumano del trato al migrante, además de perseguir que el actual gobernó se doblegue, tal como lo hicieron regímenes anteriores.

Ahora Trump se queja de que el “pobrecito” Estados Unidos ha sido estafado en miles de millones de dólares  por los mexicanos, además de otras cuestiones de índole social, pero antes estaba muy conforme comprando conciencias y dejando que México se convirtiera cada vez más en una nación dependiente.

Con AMLO la cuestión ha tomado otro nivel y, es cierto que es una amenaza grave esta subida inopinada de aranceles contra una nación con la que tiene un tratado comercial que, de esta forma, es totalmente violado.

La respuesta de AMLO, quien ya gestiona tranquilamente una reunión con Estados Unidos, para tratar la cuestión, es digna de ser conocida, y de ahí recopilo estos extractos que evidencian tanto valentía como tacto político, ante un ser que hace que la Estatua de la Libertad sea un símbolo vacío:

“Los seres humanos no abandonan sus pueblos por gusto sino por necesidad. Es por ello que, desde el principio de mi gobierno, le propuse optar por la cooperación para el desarrollo y ayudar a los países centroamericanos con inversiones productivas para crear empleos y resolver de fondo este penoso asunto.

“Usted sabe también que nosotros estamos cumpliendo con nuestra responsabilidad de evitar, en la medida de lo posible y sin violentar los derechos humanos, el paso por nuestro país. No está de más recordarle que, en poco tiempo, los mexicanos no tendrán necesidad de acudir a Estados Unidos y que la migración será opcional, no forzosa. Esto, porque estamos combatiendo la corrupción, el principal problema de México ¡como nunca! Y, de esta manera, nuestro país se convertirá en una potencia con dimensión social. Nuestros paisanos podrán trabajar y ser felices donde nacieron, donde están sus familiares, sus costumbres y sus culturas. Presidente Trump: los problemas sociales no se resuelven con impuestos o medidas coercitivas. ¿Cómo convertir de la noche a la mañana al país de la fraternidad para con los migrantes del mundo en un gueto, en un espacio cerrado, donde se estigmatiza, se maltrata, se persigue, se expulsa y se le cancela el derecho a la justicia a quienes buscan con esfuerzo y trabajo vivir libres de miseria? La Estatua de la Libertad no es un símbolo vacío.

“Con todo respeto, aunque tiene el derecho soberano de expresarlo, el lema “Estados Unidos primero” es una falacia porque hasta el fin de los tiempos, incluso, por encima de las fronteras nacionales, prevalecerán la justicia y la fraternidad universales.

“De manera específica, ciudadano Presidente: le propongo profundizar en el diálogo, buscar alternativas de fondo al problema migratorio y, por favor, recuerde que no me falta valor, que no soy cobarde ni timorato sino que actúo por principios: creo en la política que, entre otras cosas, se inventó para evitar la confrontación y la guerra. No creo en la Ley del Talión, en el “diente por diente” ni en el “ojo por ojo” porque, si a ésas vamos, todos nos quedaríamos chimuelos o tuertos. Creo que los hombres de Estado y aún más los de Nación, estamos obligados a buscar soluciones pacíficas a las controversias y a llevar a la práctica, por siempre, el bello ideal de la no-violencia”.

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