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Un fantasma recorre el mundo…

14 de noviembre de 2022

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Recién se ha efectuado en La Habana el XXII Encuentro Internacional de partidos comunistas y obreros al que asistieron -según su declaración final- 145 representantes de 78 organizaciones políticas de este carácter, correspondientes a 60 países, lo cual le confiere de por sí una importancia planetaria y una enorme significación en los momentos actuales que vive el mundo.

Paradójicamente, es un tipo de encuentro que surgió hace poco más de dos décadas, recién desaparecidas la URSS y el campo socialista europeo y no faltaron quienes le auguraran una transitoria existencia y pronta desaparición, teniendo en cuenta -según ellos- que las ideas de Marx, Engels y Lenin habían perecido junto con la desintegración de los países antes mencionados.

El encuentro de La Habana, por supuesto, recibió muy poca, ninguna o distorsionada divulgación por parte de los medios de comunicación del sistema capitalista mundial, lo cual resalta lógico si entendemos que dichos medios y las novedosas “redes sociales” forman parte intrínseca y colaboradora de tal sistema de explotación, dominio hegemónico imperial, colonización cultural y saqueo que el neoliberalismo expresa en sus más diversas formas, pretendiendo sobrevivir como verdad eterna y absoluta.

El evento que acaba de celebrarse esta vez en Cuba confirma que lo dicho por el Manifiesto Comunista hace 175 años (21 de febrero de 1848) dista mucho de haber sido sepultado y en la actualidad no solo es cultura, sino también es historia y es acción contemporánea y cotidiana.

Suman millones de millones los hombres y mujeres que en el mundo de hoy no se dejan engañar ni confundir y se asocian organizadamente, en las nuevas condiciones históricas, y se incorporan a las luchas por la paz, la justicia social, la independencia y la soberanía. El multilateralismo se abre paso y el imperialismo norteamericano evidencia su declive en medio de las crisis y contradicciones internas.

Es una batalla política e ideológica que aún será larga y en ocasiones cruenta, donde las vanguardias de la clase obrera, junto a otras fuerzas y movimientos sociales, democráticas y populares, tendrán que actuar con gran sentido de unidad y ampliación de las bases sociales acorde con los nuevos tiempos que vive la humanidad.

Las ilusiones imperialistas y capitalistas del “fin de la historia” con la “caída del muro de Berlín” les vinieron abajo estrepitosamente. Los encuentros internacionales de partidos comunistas y obreros, como el que acaba de celebrarse, forman parte de esa bochornosa derrota y de esas frustradas esperanzas.

En 2023, el XXIII encuentro se celebrará en Turquía, según anuncia la declaración final acordada.

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