¿Turquía se fuga de la OTAN?
23 de julio de 2019
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Los últimos acontecimientos ocurridos en medio de las ya tensas y complicadas relaciones turco-estadounidenses permiten deducir que, de seguir su curso de deterioro, sería posible incluso una salida de Turquía del pacto militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), del cual fue fundador y miembro privilegiado por parte de los gobiernos de Estados Unidos quienes la utilizaron desde entonces como punta de lanza preferente contra el flanco sur de la Unión Soviética (actual Rusia), con la cual tiene extensas fronteras-
El presidente Recip Erdogan ya lo ha insinuado, a la vez que parece haber descartado a estas alturas cualquier esfuerzo por ingresar en la Unión Europea, un viejo objetivo turco al cual los europeos no han accedido por razones que nunca han quedado suficientemente claras, aunque se supone que entre ellas está el viejo diferendo con Grecia por los temas de Chipre y el mar Egeo, que han constituido constantes puntos de fricción entre ambos miembros de la OTAN.
La realidad es que, llegados los momentos actuales, no hay antecedentes en que las relaciones una vez carnales entre Turquía y Estados Unidos hayan escalado a un momento de tal deterioro, aunque no debe olvidarse que los yanquis siguen contando allí con la importante base aérea de Incirclik, uno de los depósitos de armas nucleares con que cuenta Estados Unidos en Europa, según se ha divulgado recientemente por numerosos medios del Viejo Continente.
Fue precisamente desde la base de Incirclik donde se cocinó y ejecutó el intento de golpe de estado contra Erdogan, al que -según denunció el propio presidente turco-, no fueron ajenos los estadounidenses, en particular, la Administración Trump.
A partir de esos momentos, fue evidente el alejamiento turco de las posiciones de Estados Unidos, no solo en el Medio Oriente sino en todas las regiones y conflictos asumiendo un activo papel antagónico con Trump y los suyos.
Como parte de esa política exterior independiente y sus necesidades de defensa, -según alega el gobierno turco,- han adquirido y se encuentran recibiendo e instalando el sistema de defensa antiaéreo ruso S-400 (considerado el más moderno y eficaz en el mundo de hoy) para lo cual están adiestrando al personal en Rusia. Es la primera vez que un país miembro de la OTAN asume tal postura y se aleja de los dogmas hasta ahora inquebrantables de ese agresivo pacto.
De este modo, Turquía ha provocado un brusco realineamiento de fuerzas, especialmente en la región del Medio Oriente -incluida la situación de Siria-. que conduce a la bancarrota a la actual política de la Administración Trump y la condena al fracaso, al menos en esa zona.
No es de extrañar que, en venganza, Washington haya anunciado la suspensión de negociaciones para la eventual venta de aviones F35 a su ex aliado, hoy en fuga.
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