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Triunfo de la razón

19 de octubre de 2020

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Cuando este domingo 18 de octubre, vencía el plazo para la imposición del embargo de armamentos contra la República Islámica de Irán, el secretario de estado norteamericano, Mike Pompeo, indignado, advirtió, por medio de un comunicado, que el comercio de armas con Irán «violaría» las resoluciones de la ONU y amenazó desafiantemente con aplicar sanciones contra países o personas que vendan o compren armas a Irán.

El ex jefe de la CIA, nombrado por Trump al frente de la «diplomacia» de ese país, aseguró en la citada nota: «EE.UU. está dispuesto a utilizar sus autoridades nacionales para sancionar a cualquier individuo o entidad que contribuya materialmente al suministro, venta o transferencia de armas convencionales hacia o desde Irán».

Al concluir la prohibición acordada por el Consejo de Seguridad de la ONU establecido dentro del Acuerdo Nuclear iraní, la nación persa recupera muchos de sus derechos, a los que el gobierno de Trump se opone.

Pero resulta que el arrogante e irracional mandatario estadounidense, no tiene derecho alguno relacionado con el documento, pues Trump sacó a su país del Acuerdo, el 8 de mayo de 2018.

El resto de las naciones firmantes: Irán, Alemania, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña, defienden la existencia de ese acuerdo, considerado en su momento como el más importante de las últimas décadas para la comunidad internacional.

«La normalización actual de la cooperación de Irán en materia de defensa con el mundo es una victoria para la causa del multilateralismo, la paz y la seguridad en nuestra región», afirmó este domingo el ministro de Exteriores iraní, Mohammad Yavad Zarif.

El gobierno de Irán ha anunciado que a partir de ahora, se levantan automáticamente todas las restricciones a la transferencia de armas tanto hacia como desde el país, así como las restricciones a los servicios financieros y actividades relacionadas, refiere un despacho de RT.

El Plan de Acción Integral Conjunto, también conocido como Acuerdo Nuclear iraní, se había firmado el 14 de julio de 2015 en Viena, luego de largas negociaciones.

El mundo observaba con optimismo como la nación persa cumplía al pie de la letra sus obligaciones, las demás potencias firmantes aflojaban las sanciones y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), se encargaba del monitoreo del desarrollo nuclear iraní con fines pacíficos, proceso del que siempre constató su cumplimiento estricto.

Sin embargo, la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, tiró por la borda a este y otros importantes acuerdos que involucraban al mundo, lo mismo en temas nucleares, sobre cambio climático, salud pública y educación, entre otros.

Ya fuera del Acuerdo, la administración Trump quiso mantener la potestad de continuar aplicando sanciones a Irán e, incluso, de que se extendiera en el tiempo el embargo de armas que expiró este domingo.

La reacción de Pompeo muestra la impotencia de un gobierno que se aísla cada vez más de la convivencia pacífica entre pueblos.

Ha triunfado la razón por encima de la hostilidad imperial.

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