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Trampa en Iraq

11 de noviembre de 2019

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El gobierno iraquí enfrenta desde hace más de un mes fuertes protestas populares contra lacorrupción, el desempleoy el alto costo de la vida, en una naciónque no ha podido borrarse las secuelas de una guerra de agresión impuesta por el imperialismo en el 2003 bajo falsos pretextos, que costó la vida a más de un millón de personas y la destrucción de la mayor parte de una nación donde se vivía con cierta holgura y solucionado las diferencias étnicas y religiosas.
Pero con el pasar de los años, de regímenes impuestos por el imperialismo se llegó a uno que hoy trata de actuar libremente, por lo que las inteligencias occidentales, encabezadas por la CIA, y de la zona, al mando del Mossad israelí, han infiltrado las demostraciones con cientos de elementos mercenarios que disparan tanto a manifestantes como a policías.
La trampa estriba en que, a pesar del llamado oficial, tales entes han logradouna desmedida represión policial, lo cual aumenta el malestar popular y se pasa por alto que tanto el Ejecutivo como el Parlamento han dictado medidas para aliviar las penurias, al tiempo que anuncian comicios anticipados con un nuevo y más justo código electoral.
A todo ello, lleganevidencias de que Estados Unidos,, Israel, Arabia Sauditay los Emiratos Árabes Unidos tienen bases en el norte iraquí, desde dondeinsuflan las movilizaciones contra un gobierno no afín, que trata de proteger los intereses nacionales, principalmente el petróleo y el gas, y no servir de trampolín a agresiones contra Líbano, Siria y sobre todo Irán.
En esta misma línea, algunos medios de comunicación emiratíes han intentado atribuir a los manifestantes iraquíes otras demandas, como la formación de un consejo militar para liderar el país en un período de transición y la separación de la religión de la política.
“Tenemos importantes informaciones sobre conspiraciones contra Iraq. La parte israelí es más peligrosa que EE.UU. al respecto. Y los Emiratos Árabes Unidos financia esa intriga”, denunció Qais Jazali, líder del grupo Asaib Ahl al-Haq. que forma parte de las Unidades de Movilización Popular de Iraq (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), sobre el papel de Washington, el régimen de Tel Aviv y Abu Dhabi en los actos violentos registrados en las protestas en Iraq contra la corrupción, el paro y los ineficaces servicios básicos.
“Iraq ha logrado victorias por la determinación y la resistencia de su pueblo y en base del liderazgo de sus líderes religiosos (…), que siempre han tenido una postura firme tanto contra la invasión norteamericana como las amenazas por los grupos terroristas”, sostiene el actual gobierno, que dice haber neutralizado ese plan israelí-estadounidense, y emitido un comunicado en el que defiende el derecho del pueblo a expresarse en las calles y exigir sus demandas legítimas, pero rechaza la violencia perpetrada por ciertos infiltrados armados que perpetran actos salvajes y atacan a la multitud y a las fuerzas de seguridad.
La policía iraquí ha detenido hasta el momento a muchos de estos elementos armados. Las Fuerzas Armadas de Iraq han anunciado también haber neutralizado los intentos de los individuos infiltrados de bloquear varias carreteras en el país, pero, lamentablemente, no siempre es así, y caen en la trampa tendida por los enemigos del pueblo iraquí.
En este aspecto, el experto en asuntos islámicos Abdul Karim Paz explicó a la agencia HispanTV, con sede en Teherán, que “EE.UU. intenta salvaguardar sus intereses, que no son intereses del pueblo iraquí, que busca tener soberanía en sus recursos, entre ellos, el petróleo y el gas. Los norteamericanos no tienen nada que hacer allí, sino sacar sus ventajas y llevar sus intereses”.
De acuerdo con Karim, la población iraquí está completamente consciente de las conspiraciones estadounidenses y demanda a sus gobernantes para que “no sean cómplices de esta situación” y que “liberen a su país de toda la injerencia extranjera”.
En otra parte de sus declaraciones, destacó que Iraq podría superar la actual situación provocada por ciertos países regionales y occidentales, como lo hizo anteriormente en varias etapas, entre ellas, durante el mandato de Saddam Hussein, la invasión de EE.UU. en el 2003, y el ataque del grupo terrorista Estado Islámico al país árabe.
El presidente de Iraqg, Barham Saleh, ha advertido sobre los peligros de una nueva guerra en Oriente Medio, y resaltó que su país “no servirá de plataforma de lanzamiento para la agresión” contra ninguno de los Estados vecinos, incluyendo Irán.
“No queremos que nuestro país sea parte de ningún conflicto regional o internacional”, dijo Saleh este miércoles durante su intervención ante la Asamblea General de la ONU. El mandatario además se opuso a que Iraq sea utilizado como campo de batalla por otros actores para dirimir sus disputas.

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