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Terrorismo insistente

5 de mayo de 2020

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Resulta que, en la desesperación por acabar con la Revolución Bolivariana y sacar del poder al legítimo presidente Nicolás Maduro, los que en Washington elaboran planes y quienes pretenden cumplirlos desde la vecina Colombia, han pensado que en medio de la crisis sanitaria que vive la humanidad toda, era momento preciso para realizar acciones militares y otras con el fin de desestabilizar al país bolivariano.
Así se han producido varias agresiones —una de ellas descubierta en la propia Colombia— en días pasados, y la otra, cuando mercenarios armados en lanchas rápidas trataron de penetrar en el país por el Estado de La Guaira, a los que la Fuerza Armada Bolivariana combatió y venció en pocas horas.
Aunque el despacho noticioso de la agencia AP, fechado en Miami, se refiere a un plan sencillo, en el que unos 300 hombres fuertemente armados ingresarían furtivamente a Venezuela desde el extremo norte de Sudamérica, lo real, en esta última incursión mercenaria del pasado domingo, es que los involucrados eran al parecer una parte de ellos, y de los que invadieron suelo bolivariano, ocho fueron abatidos y los demás prisioneros.
El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, informó sobre la captura de Gustavo Adolfo Hernández, presunto implicado en la maniobra que fue denominada «Operación Gedeón» y tenía como objetivo asesinar al presidente Nicolás Maduro.
Previamente, Saab informó que «surgieron evidencias contundentes» que vinculan directamente al diputado opositor, y autoproclamado presidente encargado, Juan Guaidó, en esta operación.
En este caso, Guaidó junto al mayor general en retiro Clíver Alcalá, contrataron por 212 millones de dólares a la empresa de seguridad Silvercorp USA, radicada en Florida, Estados Unidos, para preparar la acción contra Venezuela. Se trata de contratistas especializados en planes irregulares.
Respecto a la primera acción, desmontada antes de actuar en territorio venezolano, la citada agencia relata que unas semanas después del fracaso, algunos soldados y políticos involucrados en la fallida rebelión se reunieron en el hotel JW Marriot, de Bogotá, convertido en un centro de intrigas entre los exiliados venezolanos. Para la ocasión se reservaron salas de conferencias para lo que un participante dijo era la «cumbre Star Wars de bobos anti Maduro», es decir, desertores militares acusados de tráfico de drogas.
Y lo más interesante —según el despacho noticioso—, entre ellos estaba Jordan Goudreau, un estadounidense participante en las invasiones y guerras en Irak y Afganistán, donde fue médico en las fuerzas especiales del Ejército de Estados Unidos.
Este señor, luego del retiro de la armada estadounidense en 2016, trabajó de contratista de seguridad privada en Puerto Rico. En 2018 estableció Silvercorp USA, cerca de su casa en el área de las plataformas de lanzamiento espacial de Florida para insertar en las escuelas a agentes antiterroristas disfrazados de maestros.
El sitio web de la empresa muestra fotos y videos de Goudreau disparando ametralladoras en combate, corriendo sin camisa hacia lo alto de una pirámide, volando en un jet privado y luciendo una mochila militar con una bandera estadounidense enrollada, refiere AP.
Como ha quedado más que demostrado, el gobierno de Estados Unidos y sus servicios de inteligencia, están detrás de toda la preparación y ejecución de las acciones militares contra Venezuela, para lo que usan el territorio de Colombia y el apego del presidente de esa nación, Iván Duque, a los designios yanquis.

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