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Tanto en tan poco

9 de enero de 2015

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Desde la modesta castaña hasta los más importantes recursos naturales, el quehacer del gobierno que preside Evo Morales ha convertido a Bolivia de ser el segundo país más pobre de Latinoamérica a uno de los de mayor crecimiento con consecuente seguridad social.
El propio Evo ha reconocido la valiosa contribución de la Revolución cubana en la inspiración liberadora de su pueblo, que cerró las puertas al gran capital y al neoliberalismo.
Tan importante es el accionar boliviano que el 80% de la exportación mundial de castaña proviene de la nación suramericana, representativo de los resultados económicos y sociales obtenidos en los últimos años por la política gubernamental de recuperación, con éxito mayúsculo en importantes sectores y recursos naturales, como el petróleo, el gas, la madera, el oro, la aviación, las telecomunicaciones, la electricidad, la telefonía y el transporte público.
Las conspiraciones incoadas por Estados Unidos con sus agencias y agentes locales que auspician la fragmentación del país han tenido la mejor respuesta en el cada vez mayor apoyo popular a un gobierno que desde el 2006 demuestra como se puede crecer sin privatizaciones.
CRECIMIENTO CONSECUENTE
Las nacionalizaciones y rescisiones de contratos de concesión han detenido  la fuga de capitales, impulsaron el crecimiento económico estable y el aumento de los servicios públicos a favor de la mayoritaria población.
Los éxitos de los más de ocho años de gobernanza de Evo se aprecian en todas las esferas económicas y sociales de la nación andina, que comienza a dejar atrás más de dos siglos de explotación por gobiernos extranjeros y compañías transnacionales con la anuencia de las oligarquías criollas.
Y es que en Bolivia han tenido lugar profundas transformaciones que están sacando de la miseria, la ignorancia y la discriminación a su mayoritaria población.
Una de las primeras tareas del Estado Plurinacional fue implementar un programa que eliminara la ignorancia extrema de millones de bolivianos, y con ayuda de especialistas cubanos y venezolano, el país erradicó el analfabetismo en el 2010, además de crecer a un ritmo anual promedio del 4%, mientras los amplios y variados programas sociales reciben anualmente unos 2 000 millones de dólares, cuatro veces más que en el 2005.
La pobreza extrema que padecía el 68,2% de los habitantes en el 2003, bajó a 26% en el 2011, mientras el gobierno continúa aplicando medidas para eliminarla en su totalidad.
La generación de fuentes de trabajo resulta una constante en la construcción de carreteras, instalación de tuberías de agua potable y alcantarillado, escuelas, centros de salud, hospitales y pequeñas industrias, entre otros.
La inversión pública en transporte, vivienda y telecomunicaciones generó alrededor de 250 000 nuevos empleos en todo el país, uno de los motivos por lo que Bolivia cuenta con una de las tasa de desempleo más bajas de Latinoamérica, solo 5,5%.
Se instalaron nuevas fábricas de papel, cartón, pintura, almendra y derivados; el Estado apoya financiera y comercialmente a pequeños productores industriales y trabaja en el desarrollo general de la agricultura.
Las buenas gestiones económicas permitieron que las Reservas Internacionales Netas llegaran al cierre de junio último a 12 600 millones de dólares, cuatro veces y media más que en el 2006.
ADMISIÓN SIN REMEDIO
El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, organismos nada amigos de reformas sociales a favor de los pueblos, han reconocido los avances logrados por Bolivia en los últimos años, de tal forma que a la misión del FMI en La Paz no le quedó más remedio que admitir “el buen desempeño económico, los avances en la redistribución del ingreso y la inclusión social, la ‘bolivianización’ de la economía y el manejo prudente y adecuado de la deuda”.
En la reducción de la pobreza y de la desigualdad han influido los programas sociales instaurados como el pago de rentas vitalicias a la población mayor de 60 años, que engloba a 800 000 adultos.
Además, el Estado otorga rentas a mujeres en estado de gravidez y madres puerperal hasta que sus hijos cumplan dos años, lo cual ayuda a combatir los índices de morbilidad de féminas gestantes y de niños hasta 5 años por enfermedades prevenibles, índice en que Evo ha reconocido la ayuda de los médicos cubanos presentes en la nación andina.
Otros programas sociales se suman a estos esfuerzos como el pago de 200 pesos al año per cápita a 1,6 millones de estudiantes entre el primero y octavo grado para revertir los índices de deserción escolar en el país.
Pero, subrayamos, todos esos logros no se hubieran podido realizar sin haberse recuperado las riquezas nacionales (productivas, mineras y de servicios, que antes eran explotadas por compañías privadas y cuyas ganancias se extraían del país.
Todo ello sin mencionar el valor igualitario de todos los bolivianos, por encima de diferencias de razas y creencias, gracias a un gobierno que, fuera de toda propaganda y simpatía, ha sabido enfrentar las intrigas del Imperio y realizar tanto bien en tan poco tiempo.

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