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Silencio e impunidad

6 de noviembre de 2017

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Se ha dicho repetidamente que nacer mujer es una gran desventaja y que solo en países como Cuba se le trata con respeto y tiene igualdad de derechos con el hombre. Pero no es así en la mayor parte del planeta, incluido el muy “democrático” Estados Unidos, donde la oligarquía financiera ha jugado sucio al respecto y guarda silencio ante los abusos de que las féminas son frecuentemente objeto.

Tan es así que el recientemente fallecido director de cine Aaron Russo dio a conocer que el supermillonario Rick Rockefeller admitió cínicamente que su familia había manipulado el movimiento feminista norteamericano, con fines tan aviesos como reducir la población y hasta introducir chips para hacerlas manejables.

En una conversación, Rockefeller preguntó a Russo cuál era su opinión sobre el movimiento de liberación de la mujer y de qué creía él que se trataba. Russo le respondió que el asunto estaba relacionado con la igualdad de derechos laborales, a lo que Rockefeller le dijo, riendo a carcajada limpia: “¡Eres un completo estúpido! Déjame decirte que fueron los Rockefeller quienes financiaron esto, ya que somos nosotros quienes controlamos por complete los periódicos y la televisión por medio de la Fundación Rockefeller”.

Esta revelación ya había sido hecha por la feminista pionera Gloria Steinen, cuando admitió que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) había financiado a la revista Ms. Magazine, bastión del feminismo norteamericano, como parte de una agenda que buscaba romper los modelos de la familia tradicional.

O sea, manipulan todo lo que esté a su alcance y el feminismo es parte de ello, aunque, por supuesto, no todo es así.

 

Situación adversa

La cuestión es que nacer mujer en el 80% de los países del planeta supone vivir en una situación adversa, porque el 70% vive en ediciones de extrema pobreza, ganan hasta casi un 50% menos que los hombres, y representan el 75% de los analfabetos.

Cuando durante la Segunda Guerra Mundial los hombres tuvieron que marchar al frente, las mujeres los reemplazaron en sus trabajos hasta entonces vetados para ellas, y demostraron a la sociedad y a sí mismas de lo que eran capaces.

En muchos países del Sur esta desigualdad es más manifiesta, y ello se demuestra en lo que concierne a la propiedad de la tierra, en la que la mujer solo tiene la cuarta parte.

La tierra, el bien más importante para el campesinado, está en manos de los hombres, y cuando ambos son propietarios, ellos tienen parcelas de  mayores extensiones y de mejor calidad

El principal frente para lograr la igualdad es la educación. No hay que olvidar que uno de los mayores obstáculos para el desarrollo son los 600 millones de mujeres adultas que no saben leer ni escribir.

Otro de los grandes retos es la violencia de género, que es quizás la violación de los derechos humanos más universal. Una de cada tres mujeres en el mundo ha sido golpeada, violada o padecido algún tipo de abuso.

Mientras haya que diferenciar a las mujeres en la lucha por los derechos, seguirán viviendo en la desigualdad, hecho que no ocurre ni puede ocurrir en nuestro país, donde cada vez más se equiparan los géneros y tienen amplia representación en la mayor parte de la dirección del país, principalmente en lo económico y social.

Y es que aquí ningún grupo en la actual realidad cubana ha conquistado un espacio más destacado, medido por su desempeño educacional, inserción laboral profesional, autonomía y capacidad de desempeño en los ámbitos sociales y familiares.

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