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¿Será Taiwán el próximo objetivo de EE.UU.?

21 de abril de 2022

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Observando cuanta leña al fuego echa Estados Unidos en el conflicto ruso-ucraniano, incluyendo los miles de millones de dólares en armas ordenados por el presidente Joe Biden para «enfrentar la agresión rusa», y el interés de Washington por «empantanar» la guerra y aplicar nuevas y mayores sanciones económicas para debilitar a Rusia, no sería descabellado razonar que Taiwán pudiera ser un próximo objetivo estadounidense, en ese caso para involucrar a China en una guerra, y, por qué no, usar un formato parecido al que hoy se utiliza con Kiev.

¿Qué noticia falsa lanzó al éter la televisión taiwanesa?

Uno de los titulares urgentes que se mostraron en vivo afirmaba que «todas las instalaciones y todos los buques» en el puerto de Taipéi habían sido destruidos.

Una cadena de Taiwán se disculpó tras reportar falsamente en la mañana que el Ejército chino había lanzado un ataque de misiles contra la isla, informó The South China Morning Post.

¿A qué responden estas noticias falsas y apocalípticas?

En mi opinión a crear un ambiente tenso, a sabiendas de que en el territorio taiwanés, China abogó por la fórmula conocida como «un país, dos sistemas», bajo la cual Taiwán podría ejercer una autonomía significativa.

Un elemento de gran fuerza en esta guerra mediática de Estados Unidos contra el gigante asiático, se recoge en lo asegurado por el director de la CIA, William Burns, en cuanto a que «China es el desafío geopolítico más importante para EEUU en el siglo XXI».

Burns caracterizó a la China del presidente Xi Jinping como, en muchos sentidos, «la prueba más profunda a la que se ha enfrentado la CIA».

En ese contexto, los gobiernos de Estados Unidos  han intensificado sus contactos con Taiwán y brindado su apoyo. A espaldas de Pekín, en los últimos años y de manera significativa durante la actual administración de Joe Biden, Washington ha enviado a funcionarios del Departamento  de Estado y otras dependencias, para fortalecer las relaciones con ese territorio.

Este año,  el gobierno estadounidense afirmó que su compromiso con Taiwán es «sólido como una roca».

En respuesta a las frecuentes provocaciones del imperio yanqui, China ha advertido el posible deterioro de la situación en la zona, mientras mantiene sus fuerzas militares en el área en constante alerta y realiza ejercicios navales en los mares circundantes.

En la más reciente provocación del gobierno de Estados Unidos, esta propia semana, un grupo de seis congresistas viajaron desde Washington a Taipéi, y «la Oficina Presidencial espera seguir profundizando la asociación entre Taiwán y EE.UU. a través de este intercambio cara a cara».

Y, aquí lo que dijo un integrante de la comitiva, el congresista republicano Lindsey Graham: «Estados Unidos quiere que China pague un precio mayor por sus acciones en todo el mundo, incluido su apoyo a Rusia».

La delegación estadounidense fue presidida nada menos que por el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Menéndez.

El portavoz de la Cancillería china declaró al respecto que «Pekín se opone firmemente a cualquier forma de interacción oficial entre EE.UU. y la región de Taiwán» y destacó que su país «seguirá adoptando medidas enérgicas para salvaguardar resueltamente su soberanía e integridad territorial».

Sin dudas, el gobierno de Estados Unidos «cocina» con sus reiteradas amenazas y acciones contra la nación asiática, un posible escenario de confrontación donde no se descarta lo militar, como otro escalón, luego de Ucrania,  en su afán por debilitar y desestabilizar a Rusia y a China.

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