Represión “democrática”
15 de diciembre de 2017
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Las imágenes que llevan a las redacciones enviadas por diferentes agencias internacionales de prensa, procedentes de Buenos Aires, no son precisamente navideñas, sino que recuerdan la tragedia vivida en Argentina durante las dictaduras militares de finales del pasado siglo.
Así de simple. Jóvenes y ya mayores conocieron en los últimos días la más bárbara represión por parte de los uniformados, quienes utilizaron balas de goma, gases lacrimógenos, gas pimienta y golpearon a quienes se manifestaban en contra del gobierno de Mauricio Macri.
¿Qué motivaba la nueva protesta de los argentinos? La llamada reforma a las entradas económicas de los jubilados. Atilio Borón, conocido intelectual argentino le llama, en realidad, una cruel contrarreforma.
Y precisa: “es una nueva modalidad de acumulación originaria, o acumulación por desposesión, mediante la cual se produce una gigantesca transferencia de ingresos desde la población de la tercera edad hacia el gobierno y los capitales concentrados que aquél representa”.
Pero los manifestantes que se lanzaron a la calle y lograron impedir que los “honorables” diputados discutieran la propuesta gubernamental, quizás no sean economistas, pero si saben que tal medida no solo afecta a los ya jubilados, sino a todo ciudadano argentino que comenzará a sufrirla una vez terminada su vida laboral.
Es decir, “se les quita a los jubilados una cifra que gira en torno a los 100.000 millones de pesos para bancar el déficit fiscal y las astronómicas deudas contraídas por el gobierno de Macri en su fallido intento de otorgar sustentabilidad a un programa que claramente carece de ella”.
Las formaciones políticas que constituyen a la oficialista Cambiemos no se detienen ante nada por conseguir sus objetivos y por ello violan el estado de derecho y creen, afirma Atilio, “con su autoritarismo represivo que la historia terminó el 22 de octubre, el día en que el macrismo ganó las elecciones legislativas”,
De hecho, es todo lo contrario. La reiterada participación de miles de ciudadanos de todas las clases sociales, unidas a los estudiantes y los jubilados se ha convertido en arma de lucha política contra los desmanes cometidos y por cometer del actual gobierno.
Los “desmemoriados” comienzan a tomar conciencia de la realidad social creada solo en dos años de gobierno, y a pesar de la campaña de los principales medios de comunicación en manos gubernamentales, muestran su descontento y luchan por sus derechos más elementales.
La historia es conocida por quienes sufrieron los años violentos de las dictaduras militares y por los más jóvenes, que quizás pensaron que vivían en una sociedad democrática y solo reciben palos y tiros como parte de la represión imperante.
Por eso, concluye Atilio Morón, “quien conozca la historia de la Argentina comprenderá que políticas como las que quiere imponer el gobierno de Macri –¡y de la forma en que pretende hacerlo!– siempre tropezaron con una formidable reacción popular. Y esta vez no será diferente; será aún más potente”.
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