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Razones para ser los primeros

1 de mayo de 2015

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Estaban convocados, unos para la una de la madrugada y todos para nunca después de las cuatro a.m. Sabían que encabezarían el desfile de este 1ro. de mayo, y acudieron a la cita con la urgencia de una guardia médica y la disciplina de atender a un paciente. Eran médicos, enfermeras, técnicos y demás personal de la salud pública cubana.
Cuando logré llegar hasta ellos, ya a las puertas de la gran plaza, constaté que estaban allí los más viejos y los más jóvenes; los que acaban de regresar de combatir el ébola en África; los que cumplieron misiones en Haití, Venezuela, Guatemala, Honduras, Guinea… En fin, un gran abanico de misiones, unas a países más cercanos y otras tan lejanas como Paquistán, lugares donde la impronta de la salud pública cubana, con su alta dosis de solidaridad, salvó vidas y sembró esperanzas.
Delante de ellos los héroes, Los Cinco jóvenes que físicamente pudieron desfilar este día tras su regreso a la Patria luego de cumplir largas e injustas penas en cárceles norteamericanas. Ellos, junto a sus familias, se mostraban contentos cuando una lluvia no pronosticada mojó la Plaza e hizo más felices a quienes desfilaban por ella.
Pero estaban como primeros en el gran desfile no solo por haber cumplido en apartados parajes de diversos países, en muchos casos donde sus abandonados habitantes veían por primera vez a un médico. El derecho a levantar las primeras banderas en este 1ro. de mayo lo han ganado, en lugar cimero, por la atención médica y sanitaria en nuestro país.
Recordábamos ellos y yo ese gran pensamiento temprano de Fidel Castro, cuando elaboró el alegato del Moncada, “La Historia me absolverá”, que además de desnudar a la Cuba de esa época, explotada, con hombres, mujeres y niños hambrientos y falta de atención médica, aseguró que al triunfar la Revolución, la atención médica, como la educación, serían derechos de cada cubano y con la responsabilidad de ofrecerla con calidad y sin costo alguno.
Reflexiono entonces: ¿Qué dicen hoy las instituciones internacionales de salud? ¿Qué cifras y ejemplos exponen en sus informes, en los que califican al sistema de salud de la Isla como único y ejemplo para el mundo?
Cuando todavía hoy en América Latina la mortalidad infantil supera los 30 por cada mil nacidos vivos, en Cuba ese índice es de solo 4,6 por mil, la más baja de todo el continente americano.
El archipiélago cubano, por sus programas de salud y atención social exhibe hoy una esperanza de vida de 78 años mientras en América Latina es de 70 años.
Resulta casi incomprensible para extranjeros y algunos organismos foráneos que en nuestro país el número de médicos por cada      100 000 habitantes sea de 590, cifra que en la región solo llega a 160 galenos por la misma cantidad de personas e incluso mundialmente ocupa el lugar cimero en este indicativo.
El New England Jornal of Medicine, la más prestigiosa revista médica internacional, ha escrito que el “sistema de salud cubano parece irreal. Todo el mundo tiene un médico de familia. Todo es gratis, totalmente gratis. El sistema de salud cubano ha resuelto problemas que el norteamericano no ha podido resolver. Cuba dispone del doble de médicos por habitantes que Estados Unidos”.
Por su parte, la UNICEF califica a nuestro país como un “paraíso de la infancia”, siendo el primero de América Latina y todo el Tercer Mundo que ha erradicado la desnutrición infantil.
Entonces, cuando ya solo faltan 5 minutos para que comience el desfile en la Plaza de la Revolución, veo un mar de batas blancas que en fila cerrada, comienzan la marcha con el honor de ser primeros porque mucho se lo merecen, porque el pueblo sabe de su trabajo y su desvelo por salvar vidas, porque son sembradores de esperanzas.

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