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¡Que se vayan todos!

23 de marzo de 2018

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Aunque escandalosa, la renuncia de su cargo como presidente de Perú, presentada el 21 de marzo por Pedro Pablo Kuczynsk no debe haber sorprendido al pueblo de esa nación, acostumbrado ya a que sus ex mandatarios  hayan sido encarcelados, estén reclamados por la justicia o, sencillamente, todo el mundo conozca de sus pecados pero sigan sin responder a sus fechorías.

En todos los casos la corrupción fue la causa de sus desdichas. Encabeza esta nefasta lista Alberto Fujimori, quien además de ser acusado por corrupción tenía además violaciones a los derechos humanos. El dimitió y el Congreso nunca aceptó su renuncia, votando por el contrario su destitución. Su historia parecía terminar entre rejas, pero precisamente fue Kuczynski, quien lo liberó  para evitar ser destituido..

Horas antes de conocerse la renuncia ya  los titulares de la prensa sintetizaban un estado de opinión presente en todo el país; Renuncia o lo hacen renunciar. El asunto no soportaba ni un minuto más de espera y aunque las palabras del ahora ex mandatario al dar a conocer su decisión parecen la de un inmaculado representante gubernamental, la realidad se abre paso y muestra quien realmente es.

Cuando redacto estas líneas solo falta conocer la decisión final del Congreso que, inevitablemente será la de aprobar una resolución que apruebe su renuncia, lo que no sucedió la primera vez que fue analizado por esta instancia, en que los votos de los seguidores de Fujimori determinaron que mantuviera el cargo.

El país ahora está a la expectativa de lo que ocurrirá una vez aprobada la renuncia, sobre todo al conocerse la llegada de quien será el nuevo presidente, Martin Vizcarra, hasta ese momento vice y embajador de su país en Canadá.

“Fe y optimismo, el Perú siempre puede salir adelante”, fue una de las pocas palabras que dijo ante el enjambre de reporteros que lo esperaban en la puerta de su residencia, según un despacho de la agencia Prensa Latina.

Según analistas, Vizcarra deberá asumir el mandato hasta el 28 de julio de 2021, aunque importantes sectores piden que convoque a elecciones  generales.

Lo que está claro ahora para todos los peruanos, si es que alguno pensara lo contrario, que el renunciante abusó de sus anteriores cargos para negocios indirectos con empresas extranjeras que contrataba el gobierno peruano.

Este viernes 23 de marzo el Congreso se convirtió en un hervidero, donde legisladores de todas las tendencias  valoran si aceptan la renuncia o, sencillamente, destituirlo tal y como solicitan los representantes de la izquierda, aunque no tienen fuerza para imponerse.

Mientras esto acontece en los lujosos salones, despachos de prensa reportan que el Comando Nacional Unitario de Lucha, que agrupa a organizaciones políticas y sociales, así como colectivos juveniles marcharon  por el centro de Lima, la capital, bajo el lema común de “Que se vayan todos”,

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