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¿Qué faltaría entonces?

28 de octubre de 2015

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Transcurrieron dos horas y 29 minutos en la sala de Naciones Unidas, para que la comunidad internacional allí representada, hablara, oyera, y finalmente aprobara por 191 votos a favor y solo dos en contra (Estados Unidos e Israel), la resolución cubana contra el bloqueo.
Durante esta histórica jornada, 21 representantes de países y organismos mundiales y regionales, fueron explícitos en sus palabras, donde se exigía al gobierno de Washington el poner fin a esas medidas contrarias a la ley internacional, violadoras de los derechos humanos e irrespetuosas contra la ONU que por 23 años consecutivos ha aprobado por inmensa mayoría que se ponga fin al bloqueo económico, financiero y comercial contra la Isla.
En nombre del Movimiento de Países No Alineados, el delegado de la República Islámica de Irán, país actual presidente de ese movimiento, abrió la jornada con referencias a las expectativas que se habían creado en esta ocasión, luego del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.
Al respecto el representante iraní denunció que sin embargo, Estados Unidos ha impuesto 42 multas por un monto de 13 000 millones de dólares a bancos y empresas europeas y norteamericanas que han tenido alguna relación comercial con Cuba.
Dijo que algunas medidas adoptadas por la actual administración norteamericana tienen alcance limitado, mientras los cimientos del bloqueo permanecen intactos.
El segundo orador de la mañana fue el delegado de Ecuador, quien habló en nombre de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAP) y de su propio país y en ambos casos dijo recalcó la resistencia del pueblo cubano durante más de 50 años de aplicación de estas medidas.
Otro organismo cuyo representante exigió ante la comunidad internacional un cambio de política de Washington hacia La Habana, fue el Grupo de los 77 más China.
Sudáfrica, que preside en la actualidad el G-7, levantó su voz para advertir que mientras el gobierno de Estados Unidos habla de un cambio de política hacia Cuba, en el Congreso de ese país los legisladores más conservadores han presentado 11 iniciativas para fortalecer el bloqueo y limitar las posibilidades reales de las medidas propuestas por el presidente Obama.
Así fueron desfilando por el podio de la Asamblea General de la ONU, el delegado de Sierra Leona en nombre del Grupo de países africanos; el de Kuwait en representación de la Organización para la Cooperación Islámica; el de Jamaica por el CARICOM; el de Paraguay por el MERCOSUR; y el de Malasia por la Asociación de Estados del Sudeste Asiático (ASEAN).
En todos los casos se manifestó el apoyo a la Resolución propuesta por Cuba y la exigencia a Estados Unidos para que elimine las leyes del bloqueo.
También hablaron ante la ONU los diplomáticos de México; Colombia, Vietnam, Egipto, Venezuela, India, Argelia, Islas Salomón, la Federación Rusa, Brasil y China.
Finalmente conmovió al auditorio el discurso del delegado de Bolivia que puso ejemplos de cuánto afectan las medidas del bloqueo al sistema de salud cubano, y calificó al mismo como un sinónimo de muerte del que todos somos víctimas.
La asamblea escuchó nuevamente y por vigésima cuarta vez de manera consecutiva, las palabras del representante cubano, en este caso el canciller Bruno Rodríguez.
Ya eran las 12 y 13 minutos del mediodía de este martes cuando habló el delegado de Estados Unidos quien, de manera amenazante, dijo que su gobierno votaría contra la Resolución cubana y que Cuba se equivoca si pensaba que con esta Resolución se iba a cambiar la posición de Estados Unidos.
Arrogancia aparte, prepotencia característica de quien representa al Estado que bloquea y no al bloqueado, el delegado norteamericano y el gobierno de su país, una vez más dieron la espalda a la casi totalidad de los países del mundo, no importa que unos minutos más tarde –a las 12.30 del día– se procediera a la votación y esta vez fuesen 191 los votos a favor de la Resolución cubana y solo dos en contra (Estados Unidos e Israel), mientras ningún país se abstuvo.
Lógico, por no ser vinculante, esta Resolución, una vez más, no obliga al gobierno y Congreso de los Estados Unidos a cumplirla, pero pone los puntos sobre las íes sobre la doble moral usada como práctica de su política.
Después de lo ocurrido este martes en la ONU, la pregunta puede ser ¿qué faltaría entonces para que se levante el bloqueo?

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