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Putin, al seguro

18 de diciembre de 2017

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No es noticia sorprendente que Vladimir Putin busque la reelección en los comicios presidenciales de marzo venidero, pero sí que vaya como candidato independiente y no solo por su partido Rusia Unida, con el propósito de unir a todas las fuerzas vivas que piensen en el desarrollo de la nación como él lo está haciendo.

Nadie duda que el pueblo ruso votará ampliamente por Putin, y solo habría que ver si supera el 80% de aceptación en unas elecciones que no requieren visto bueno internacional alguno ni preocupación por fraude u otros entuertos, como ocurre en las “democracias occidentales representativas”.

Putin manifestó que también espera “contar con un amplio apoyo popular”, afirmó que no tiene rival que pueda retar verdaderamente su reelección e instó a la oposición a “proponer una agenda real, no una agenda efímera o chillona”.

El 9 de agosto de 1999, Borís Yeltsin anunció el nombramiento del entonces poco conocido director del Servicio Federal de Seguridad de la Federación Rusa (FSB), Vladímir Putin, como primer ministro de Rusia.

En el 2000, Putin fue nombrado presidente interino de Rusia. En marzo del mismo año fue elegido presidente en la primera vuelta con un 52,94% de los votos y cuatro años después reelegido también en primera vuelta con el 71%. En el período entre el 2008 y el 2012 desempeñó el cargo de primer ministro y en marzo del 2012 volvió a ganar las elecciones presidenciales, tras obtener el 63,6% de los votos.

Ahora, 17 años después, Vladímir Putin ejerce su tercer mandato presidencial y su nombre ya es inseparable de la historia de su país.

 

No pueden con Rusia

El mandatario ha logrado reunir una cantidad de componentes que permiten asegurar que el país lleva a cabo una política independiente y soberana en el ámbito internacional y realiza las políticas internas tal como requiere el pueblo. “Nosotros somos un socio muy fiable, porque no nos adaptamos al son que tocan otros”, declaró en abril el jefe de Estado ruso.

Para presionar a Rusia, Occidente está utilizando todo el arsenal de herramientas, pero “no podrán con nosotros”, declaró Putin. “Para la así llamada contención de Rusia, se utiliza todo el conjunto de herramientas, desde los intentos de aislamiento político hasta la guerra mediática a gran escala y las herramientas de los servicios especiales”, afirmó el mandatario ruso en la más reciente reunión con la junta directiva del FSB.

“La OTAN está desarrollando una fuerza de reacción rápida y ampliando su infraestructura cerca de nuestras estructuras; también hay intentos de romper la paridad nuclear y de forzar la creación del segmento de defensa antimisiles europeo y del Asia-Pacífico”, afirmó el jefe de Estado, quien se ha mostrado como un firme opositor del mundo unipolar, y ha insistido en muchas ocasiones en que este modelo de orden mundial es inadmisible y peligroso, y no tiene nada que ver con la democracia.

En este sentido, cabe recordar el histórico discurso de Putin pronunciado el 10 de febrero 2007 en la Conferencia de Seguridad de Múnich (Alemania):

“¿Pero qué es un mundo unipolar? Por mucho que se intente adornar ese término, en la práctica ello tiene sólo una significación: la existencia de un solo centro del poder, de un solo centro de fuerza y un solo centro de toma de decisiones. Es un mundo en el que hay un solo dueño, un solo soberano. Al fin y al cabo, ello resulta pernicioso no sólo para aquellos que se encuentran dentro de los marcos de tal sistema, sino también para el propio soberano, pues ese sistema lo destruye desde dentro. Además, tal estado de cosas no tiene nada que ver con la democracia. Porque la democracia, como es sabido, es el poder de la mayoría, en el que se consideran los intereses y las opiniones de la minoría”, dijo entonces el mandatario ruso.

En noviembre pasado Vladímir Putin señaló que la cooperación entre Moscú y Pekín es importante para mantener la paz en el marco del Derecho Internacional, afianzándolo, y apuntó que ambos están promocionando activamente la idea de formar una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo estable en Asia-Pacífico, fundamentada en los principios de la igualdad, el respeto del derecho internacional, la indivisibilidad de la seguridad y el rechazo a usar la fuerza o a amenazar con ella.

Una de las políticas indispensables del gobierno de Vladímir Putin es el acercamiento de Rusia con América Latina, e indicó que esta debe ser unida, fuerte, económicamente sostenible y políticamente independiente, a fin de que se convierta en una parte importante del mundo policéntrico y emergente.

“Es crucialmente importante para nosotros que en las relaciones entre Rusia y América del Sur se mantenga una continuidad que refleje los intereses fundamentales y nacionales, independientemente de la formación política que lidere en uno u otro país de la región en este momento”, afirmó, para finalmente  expresar convencido:

“La historia nunca acaba, la historia siempre sigue, cambia, y ¡menos mal que cambia! Y cambia con nuevos protagonistas, nuevas historias y nuevas realidades, y yo creo que Rusia es un actor a nivel global, a nivel mundial…,  y no veo por qué no podemos tener relaciones con él”.

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