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Presente y futuro comprometidos

31 de mayo de 2013

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Andan los líderes europeos enredados en su propia madeja neoliberal y ahora —un poco tarde por cierto—, exigen los unos a los otros, la búsqueda de soluciones para un problema que ellos saben muy bien compromete el presente y el futuro de esos países.
Se trata del alto índice de desempleo juvenil.
De los 5.7 millones de jóvenes menores de 25 años desempleados que hay en la UE, 3.6 millones viven en los 17 países que comparten el euro.
Ya Grecia superó la cifra de 59,1 por cierto, España el 55,9 por ciento, Italia 38,4 y Portugal 38,3, por solo mencionar los cuatro casos más significativos.
Como promedio, la tasa de desempleo juvenil en Europa alcanza el 23,5%, algo así como que uno de cada cuatro jóvenes que acuden al mercado laboral no tienen empleo.
Por estos días jefes de Estado, cancilleres y ministros de naciones del Viejo Continente se reúnen ante el temor de “que se pierda la fe en los gobiernos y en la Unión Europea en su conjunto”.
Los gobernantes de la llamada eurozona  expresaron su preocupación por el desempleo juvenil y pidieron más ayuda a las empresas para resolver el problema.
En la más reciente conferencia efectuada en París por ministros de la UE, se advirtió por Francia, Alemania e Italia que “ahora tenemos que rescatar a toda una generación de personas que tienen miedo, porque tenemos la generación más preparada en la historia de este continente, y la estamos haciendo esperar”.
Hay tres factores, según especialistas de esa región que son la causa de que el fenómeno se haya disparado a niveles récord, y estos son, la recesión mundial, seguida por la  crisis de deuda del continente, y la aplicación de recetas neoliberales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que han hecho desaparecer los beneficios sociales, fundamentalmente los de la salud, la educación y el empleo.
Así se constata con los recortes presupuestarios impuestos para controlar los descomunales déficits, que han suprimido miles de puestos de trabajo del sector público y dejado poco dinero para los programas de empleo o estímulo económico, lo que, por lógica, ha  agravado el desempleo juvenil.
Un defensor a ultranza de la aplicación de tales medidas neoliberales, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, acaba de descubrir el “agua tibia”, al afirmar que “Europa enfrenta dos crisis: una económica y otra política, por lo que para recuperar la confianza de los ciudadanos se debe hacer más, mejor, más rápido y de forma más eficiente”.
Por su parte el mandatario de Francia, François Hollande, no se quedó atrás en eso de “descubrir” y advirtió la necesidad de actuar con urgencia en favor del empleo de los jóvenes.
Mientras, en Bruselas la propia Unión Europea ha hecho sonar la alarma y llamó a los líderes de la región a movilizar esfuerzos y recursos para combatir un problema que se ha convertido en una de sus principales preocupaciones.
Hasta hoy lo que más ha podido convertir la preocupación en ocupación por parte de los mandatarios europeos, es que en la actual reunión ministerial de la UE en París, los ministros hayan puesto sobre la mesa de discusión la propuesta de movilizar cuanto antes los ya presupuestados seis mil millones de euros hasta 2020 en favor del desempleo juvenil.
Todo esto se haría —de conseguirse consenso y dinero— a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Al respecto vale recordar que sacar dinero de donde no hay es algo tan difícil como imposible.
Hasta hoy las recetas neoliberales que se aplican entusiastamente por los gobiernos de Europa solo han beneficiado a los grandes bancos en quiebra que fueron sacados de ésta con inyecciones millonarias de euros en detrimento de los servicios sociales de salud y educación.
A ello se debe la crisis, el gran desempleo y… las enormes protestas de una población que sufre en carne propia los efectos del capitalismo salvaje y el neoliberalismo.
En esa trampa diabólica están atrapados los jóvenes, los que ya comprometen el presente y el futuro de esos países.
29.5.2013

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