ribbon

¡Pobre Colombia!

18 de junio de 2018

|

 

Muy poca o casi nula era la posibilidad de que la izquierda ganara la presidencia de Colombia en la segunda vuelta de las elecciones de este domingo 17 de junio, pero ya de por sí era un mérito que un candidato con esa condición aspirara a tan alto cargo, porque todavía no ha sido asesinado, como anteriores progresistas.

Quizás es una utopía, al menos por el momento, tratar de evitar que un gobierno de derecha no gobierne en Colombia, y más cuando el anterior, que negoció un acuerdo de paz con una de las guerrillas (incumplido en más del 85%), será sustituido por otro permeado por elementos tan reaccionaros como el ex presidente Álvaro Uribe, quien al dejar su, mandato se lamentó de no haber tenido tiempo para bombardear a Venezuela.

Sí un ente que nunca ocupó un cargo político, mal orador, solo con la “cara bonita” del uribismo, Iván Duque, llega a la presidencia, es sólo porque es avalado por fraudes que las venales autoridades electorales no van a investigar, millones de pesos invertidos en la compra de votos y traslado a elementos de zonas lejanas para que ejercieran el mercenarismo electoral; la condición de 237 municipios “en riesgo”, porque por ahí pululan las fuerzas paramilitares, que le son afines; el total apoyo de medios de comunicación en poder de seis familias que forman parte de la oligarquía nacional; y todo lo que es afín al neoliberalismo que, a pesar de la propaganda a su favor, ha llevado a la nación suramericana al segundo lugar latinoamericano en desigualdad.

Perdonen por la amplitud del párrafo anterior, pero era necesario para no perder el hilo de todo lo mal en que se encuentra esa nación, que solo tiene “solidaria” la unión de todas las fuerzas de derecha, como lo acaba de demostrar en apoyar a Duque. Es decir, todos esos elementos que hablaban mal de Álvaro Uribe se olvidaron de ello para hacer perder a Petro, por las buenas o por las malas, y se hacen cómplices de la campaña para desprestigiar o tratar de hacerlo al líder izquierdista que aspiró a la Presidencia, el único que está vivo en estos momentos

Casi el 70% de la población colombiana tiene que desenvolverse en el trabajo informal, más del 60% es pobre y hay zonas como La Guajira donde el 35% se encuentra en la indigencia.

Estos son algunos apuntes de un duro panorama interno, pues en lo externo, el ahijado de Uribe, además de tener su misma postura contra Venezuela, también es hostil a Nicaragua y Bolivia.

Y ese es el presidente electo de la nación suramericana. ¡Pobre Colombia!

Comentarios