ribbon

Pesadilla que continúa

5 de marzo de 2015

|

Mientras el gobierno español repite a bombo y platillos que ha superado la crisis financiera y económica iniciada oficialmente en agosto del 2007, la realidad muestra que cualquier tipo de crecimiento del Producto Interno Bruto, rescate de la banca e inyección millonaria externa, además de endeudar aun más al  país e incrementar la corrupción interna, siguen repercutiendo negativamente sobre la sufrida población española.
“La pesadilla terminó”, dijo el presidente Mariano Rajoy, mientras la prensa acólita habla de la creación de nuevos empleos, la disminución de las huelgas, la inyección de 400 000 millones de euros del Banco Central Europeo y la mejor evaluación ofrecida por las más importantes entes mundiales especializadas en este aspecto.
La propaganda al respecto esta motivada por la preocupación del gobernante conservador Partido Popular ante la escalada en la preferencia popular de movimientos alternativos como Podemos, ya convertido en partido político, que no tiene representación en el Parlamento Nacional, pero dio una importante clarinada en el Europeo.
Además de protagonizar el descontento del pueblo por el deterioro de la calidad de vida, la organización se desvincula tanto del gobernante Partido Popular, como del opositor Partido Socialista Obrero Español y fija límites con otros grupos políticos, incluido Izquierda Unida.
Desde su llegada al poder, el PP eliminó  derechos de los trabajadores, disminuyó el número de empresas y cargos públicos, y recortó el presupuesto social, principalmente en la educación y la salud. El salario mínimo fue congelado a mediados del pasado año, fue privatizado el 49% de la red aérea, y aunque el número de manifestaciones disminuyó en cantidad, no en masividad y combatividad.
Además de haber bajado la calidad de la alimentación alimentaria, aun es muy alto el desempleo, que sobrepasa a la mitad de la población juvenil en edad laboral, en tanto se intensifica la represión a los inmigrantes, tantos ilegales como legales.
RECUENTO
Desde el 2007 la crisis afectó a toda la población, pero los más pobres perdieron muchos más que los más ricos: el 10% más pobre vio bajar sus ingresos anuales un 42,4% mientras que para el 10% más rico solo se redujeron un 5,6%. Sin embargo, los sueldos más altos subieron un 2,4%.
El comienzo de la crisis mundial supuso para España la explosión de otros problemas: el final de la burbuja inmobiliaria, la crisis bancaria del 2010 y el aumento del desempleo, lo que se tradujo en el surgimiento de movimientos sociales encaminados a cambiar el modelo económico y productivo, así como el cuestionamiento del sistema político, con el fin de exigir una renovación democrática.
Posteriormente, se comprobó que la mayor parte de los parlamentarios tenían importantes inversiones en el sector inmobiliario, alcanzando en algunos casos hasta 20 propiedades. Otras informaciones periodísticas revelaron numerosas complicidades de los gobiernos central y autónomos con el sector bancario (la prensa internacional expresó sorpresa por el indulto in extremis del número dos del Banco Santander, Alfredo Sáenz, que había sido condenado a prisión por delitos de falsificación documental). Al mismo tiempo los principales partidos estaban fuertemente endeudados con los bancos.
En contraste, sobresale la drástica disminución del crédito a familias y pequeños empresarios por los bancos y las cajas de ahorros, algunas políticas de gasto inadecuadas llevadas a cabo por el gobierno central, el elevado déficit público de las administraciones autónomas y municipales, la ya mencionada corrupción política, el deterioro de la productividad y la competitividad, y la alta dependencia del petróleo.
DEBACLE
Como se ve, esta crisis se ha extendido más allá de la economía para afectar a los ámbitos institucionales, políticos y sociales, dando lugar a una debacle que continúa en la actualidad.
La población española empezó a descender en el 2012, debido al aumento de la emigración, más de medio millón de personas en el 2013, principalmente extranjeros. Conversando con algunos de los cubanos que han regresado de España, después de varios años de permanencia en la llamada Madre Patria, atestiguaron la enorme dificultad para sobrevivir en estos años de una crisis que aun continúa, pese a cifras oficiales.
En el periodo 2008 – 2013 el gasto en alimentos se contrajo un 19,6% en términos reales; entre los que experimentaron una mayor reducción figuran aquellos que suministran más proteínas y, en general, los alimentos frescos, como carnes, pescados y frutas.
Pero quizás lo que más ha movido al establishment ibérico fue el declive progresivo del número de votantes potenciales a los principales partidos que han gbernado durante la crisis, PSOE y PP. Este desgaste empezó a manifestarse en las elecciones al Parlamento Europeo del 2014, en las que la suma de Izquierda Unida y la nueva fuerza Podemos superó el 18% de los sufragios.
A partir de junio pasado todas las encuestas revelaron un fuerte aumento del apoyo a Podemos, que a principios del 2015 era la segunda fuerza en intención de voto y ahora, en marzo, se afirma que es la primera, lo cual generó un gran debate sobre la posibilidad de que el nuevo partido alcanzase el gobierno en las elecciones generales del 2015, a pesar de Rajoy y su afirmación de que la pesadilla de la crisis había terminado para España.

Comentarios