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Pejes chicos y grandes

20 de mayo de 2015

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Mientras Honduras ostenta el nada privilegiado índice de ser uno de los países con más pobreza crónica en América Latina, aun no se dice oficialmente qué pasó con el equivalente en lempiras de unos 350 millones de dólares sustraído del seguro social el pasado año, y todo parece indicar que se volverá a escribir un capítulo de impunidad, porque la ley al efecto se aplica a los pequeños personajes, no a los grandes.
Escándalo siempre fue, pero a diferencia de que al principio se le achacó a probables autores materiales, de bao nivel, detenidos dentro y fuera del país, luego trascendió que políticos de toda especie se aprovecharon de ello, principalmente para sus campañas electorales.
Luego que el periodista David Romero, de Globo TV, revelara pruebas que vinculan al gubernamental Partido Nacional en el millonario desfalco al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), el coordinador del Partido Anticorrupción (PAC), Salvador Nasralla, aseguró que por años este partido ha desangrado las instituciones del Estado con el fin de financiar sus millonarias campañas políticas, lo cual no ha tenido consecuencias y, por el contrario, lo ha ayudado a consolidar su poder.
Romero presentó una serie de cheques emitidos a nombre de empresas “de maletín” creadas por miembros del Partido Nacional, entre ellos la hermana del actual presidente de Honduras, Hilda Hernández. El periodista presentó pruebas que el Ministerio Público tenía en los folios del caso del IHSS, cantidades que suman alrededor de 2 000 millones de lempiras.
Pero lo peor del caso es que en Honduras no existe justicia independiente, ya que el Ministerio Público es un órgano subordinadoa  la Presidencia de la República.
La falta de separación de poderes podría permitir que el caso de corrupción en el Instituto Hondureño de Seguridad Social, lo den por olvidado en el país, algo que  no debe extrañar cuando conocemos los antecedentes de las tomas del poder en la nación centroamericana, donde la jerarquía gobernante protege a latifundistas y empresas extranjeras.
Lo cierto es que ya se han producido manifestaciones al respecto, aunque se duda de que se siga el ejemplo de la vecina Guatemala, donde se presionó a la vicepresidenta Roxana Baldetti a abandonar su cargo por estar involucrada en casos de corrupción.
Por su parte, el abogado Ramón Barrios asegura que el caso puede ir camino a la impunidad. Recordó las palabras del ex presidente Porfirio Lobo Sosa, cuando dijo haber conocido el robo en el IHSS, pero lo calló. porque estaban cerca las elecciones. “En un país serio, Lobo debería estar preso”, acotó.
Una de las principales proveedoras del IHSS es la droguería de la vicepresidenta del Congreso Nacional, Lena Gutiérrez, y otro importante es el empresario Canahuati, dueño de uno de los medios más grandes del país. El Partido Nacional ha contestado vía comunicado en el que aseguran que la denuncia no es más que un intento de la “oposición” de desestabilizar al actual gobierno y quebrantar la gobernabilidad que ellos han logrado.
En el comunicado el Partido Nacional además asegura que son ellos quienes han castigado a los responsables del desfalco en el IHSS.
Pero lo cierto es que el señalado como principal autor material del hecho, Mario Zelaya, no fue capturado por el Estado, está en un centro de detención privilegiado y ya cuenta con dos cartas de libertad.
La junta interventora del IHSS ha intentado levantar los pedazos de este instituto, pero solo ha logrado cosas superficiales.
Es decir, todo es escandaloso, y solo el inicio de manifestaciones anticorrupción ha logrado que el hecho no se diluya
Y es porque si bien se han realizado exitosas capturas, la investigación no llegará hasta los más “grandes”, los de mayor poder político y económico, que cuentan con el pesimismo de que nunca nada se ha hecho antes para dilucidar ese tipo de vandalismo.
No obstante, el presidente de la nación, Juan Orlando Hernández, se felicitó porque, según él, están en prisión los autores del hecho, y que ello indica que, bajo su tutela, “Honduras está cambiando”.
Pero mientras el mandatario pronunciaba esas palabras, centenares de hondureños salieron a las calles de Tegucigalpa para manifestarse en contra de la gran estafa, asegurando en que en ella están involucrados empresarios, políticos, ministros de Gobierno e incluso el Presidente.
Con pancartas y consignas, los manifestantes exigieron la renuncia y la investigación de los implicados en el millonario desfalco, que ha dejado al Instituto de Seguridad Social en quiebra, como ya lo está el país azotado por la pobreza crónica.

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