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Palabras, palabras, palabras

16 de mayo de 2018

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Ya cualquier ciudadano argentino debe concluir que todo lo dicho durante la campaña electoral por los ahora gobernantes fueron solo eso, palabras, muchas, convertidas en promesas que nunca se hicieron realidad, sino todo lo contrario.

Los aspirantes entonces de la coalición Cambiemos se planteaban como objetivo en materia económica bajar la inflación y “terminar con ese gran mal que aqueja a los argentinos “.

Así fue construido el discurso político, en especial de Mauricio Macri, todo para lograr que Argentina volviera a ser “un país normal”, según sus palabras, sin la agonía de la subida de precios y otras inquietudes que, finalmente, a quienes más afectan son los que menos tienen.

Pero al parecer tales argumentos fueron  convincentes, porque logró que el electorado votara por ellos y, democráticamente, accedieran a la Casa Rosada.

Ahora el tema de cada día en la inflación, que en abril fue del 2,7 por ciento, como consecuencia del último tarifazo que subió de nuevo los precios de las tarifas del gas, el transporte y las prendas de vestir, según datos oficiales dados a conocer la segunda semana de mayo.

Paralelamente el dólar sigue escalando en su valor, lo que junto a otros males en la economía nacional, provoca que la meta anual de un 15 por ciento de inflación ya se cumpla en solo los primeros seis meses, escalada que comenzó desde el primer momento cuando los actuales gobernantes iniciaron su gestión en diciembre de 2015.

Y qué esperar si desde ya se anuncian nuevos tarifazos en el gas, transporte y otros servicios previstos para octubre de este año e, inclusive, para abril y octubre de 2019, como si fuera una enfermedad terminal que ningún medicamente o medida pueda frenar.

Pero si el gobierno no tiene soluciones a estos problemas si mantiene su discurso lleno de promesas, anunciando, a pesar de la evidente crisis económica, que el proceso de desinflación ya estaba en pausa, ante del “salto del dólar”, según un informe sobre la inflación dado a conocer por la consultora Ecolatina.

Junto a las declaraciones, más palabras. El 15 de mayo el ministro de Hacienda repitió, en conferencia de prensa, que “estamos convencidos de que la inflación va a bajar”, vinculando los recientes tarifazos de abril y pronosticando que durante este mes la inflación será inferior a la de abril.

Llama la atención que, sin embargo, oficialmente no se dice nada acerca de los pasos dados por el gobierno para solicitar “ayuda” al Fondo Monetario Internacional, organización internacional que en más de una ocasión ha provocado el incremento de la crisis económica nacional.

Hace solo una semana el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, viajó hacia Estados Unidos para negociar un préstamo con el Fondo Monetario Internacional. “Financiamiento preventivo para dotar de estabilidad al mercado”, fue el eufemismo utilizado por el funcionario para referirse al rescate que solicitará a las autoridades del organismo multilateral.

Solo falta esperar y sabremos lo que ello implicará para el pueblo argentino, porque el FMI no responderá con palabras, sino con ajustes económicos, tal y como sucedió en Grecia y España por solo citar dos ejemplos.

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