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¿Palabras, palabras, palabras?

10 de noviembre de 2020

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Joe Biden deberá ser oficialmente el próximo presidente de Estados Unidos, luego que en diciembre próximo se les dé el visto bueno a los resultados de los comicios que en este noviembre desbancaron por fin a Donald Trump, un ser repudiado enormemente en el mundo, pero que, no obstante, mantiene aún dividido a Estados Unidos.

No vamos a abordar los detalles de estas elecciones que implantaron marcas por todos lados, sino de lo que se propone Biden, a pesar de que Trump lo hiciera caer en la trampa durante sus debates televisivos, que le impidieron abordar más ampliamente problemas acuciantes para el pueblo norteamericano en la política interna que no en la externa.

No por gusto Biden aseguró que gobernará para todos los estadounidenses, a quienes le apoyan y a quienes no.

Desde hace décadas, este personaje tiene planes que parecen ser imposibles en Estados Unidos, conociendo la debacle moral, el veneno neoliberal y el egoísmo de tantos años inculcados en la mente no sólo de los más encumbrados, sino también del ser más sencillo, que lo hace devenir en simple.

Sí, simple, porque para el norteamericano medio la economía es lo más indispensable, y muchos de ellos votaron por Trump, porque pensaban que sería el más indicado para resarcir a la nación de los problemas en ese sentido causados por la epidemia del nuevo coronavirus, debido precisamente por mal manejo de su “ídolo”

Si en algo anda mal en EE: UU., y tiene bastante al respecto, es en sentido de la falta de compromiso con la justicia.

No sólo porque tiene jueces corruptos, o son de extrema derecha, o sean culpables de hasta penar de muerte a personas inocentes, que son unas cuantas.

Y aunque tiene muchas aristas lo que se propone el Pres8dente electo, lo cierto es que este capítulo tiene una trascendencia sin igual para hacer realidad otros muchos.

 

Sin estar a la altura

El plan Biden para fortalecer el compromiso de Estados Unidos con la justicia parte del no cumplido credo norteamericano de igualdad, equidad y la justicia propiamente dicha. Biden reconoce que “nunca hemos estado a la altura y no siempre lo hemos hecho bien… Esto es especialmente cierto cuando se trata de nuestro sistema de justicia penal”.

Actualmente, muchas personas están encarceladas en los Estados Unidos, y la mayoría de ellas son personas de color, admite, y propone construir comunidades seguras y saludables, repensar a quién enviamos a la cárcel, cómo tratamos a los que están en ella y cómo se les puede ayudar a obtener la atención médica, la educación, los empleos y la vivienda que necesitan para reincorporarse con éxito a la sociedad después de cumplir sus sentencias. Así, como presidente, se propone fortalecer el compromiso de Estados Unidos con la justicia y reformar el sistema de justicia penal.

El Plan Biden para fortalecer el compromiso de Estados Unidos con la justicia se basa en varios principios básicos:

Reducir el número de personas encarceladas en el país y, al mismo tiempo, reducir la delincuencia. Nadie debe ser encarcelado solo por el consumo de drogas. En cambio, las personas deben ser dirigidas a tribunales que tratan con personas involucradas con éstas y recibir tratamiento. Reducir el número de individuos encarcelados disminuirá el gasto federal penal. Estos ahorros deben ser reinvertidos en las comunidades afectadas por el encarcelamiento masivo.

Para él, el sistema de justicia penal no puede ser justo a menos que se erradique del sistema “las disparidades raciales, de género y con base en el ingreso. Las madres y los padres afroamericanos deben sentirse tranquilos de que sus hijos están seguros caminando por las calles de Estados Unidos. Y, cuando un oficial de policía se pone la insignia de protección y sale por la puerta, la familia del oficial debe saber que volverá a casa al final del día”.

El futuro mandatario piensa que el sistema de justicia penal debe estar enfocado en la redención y la rehabilitación; asegurarse de que los individuos previamente encarcelados tengan la oportunidad de ser miembros productivos de la sociedad, porque no solo es lo correcto, sino que también hará crecer la economía, y esto es algo que debía también ser tenido en cuenta:

“Nadie debería estar obteniendo ganancias excesivas de nuestro Sistema de justicia penal”.

Estos son solo algunos detalles del vasto programa del hoy triunfante Biden, algo de lo que Trump jamás se ocupó ni sabía hacerlo.

Que se concrete depende de muchos factores, pero tengamos en cuenta en que nación se va a plantear y ello solo constituye un ápice de las cuestiones a solucionar en Estados Unidos, en un mundo neoliberal. Cuando se hace necesario que no quede solo en palabras.

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