Otra portentosa hazaña del pueblo chino
2 de marzo de 2021
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El presidente Xin Ji Ping ha anunciando la más reciente y extraordinaria hazaña del pueblo chino -encabezado hace más de 70 años por el Partido Comunista-, tras cruenta y heroica lucha de varias décadas contra la infame coalición que incluyó a la retrógrada y criminal reacción local, a las potencias intervencionistas extranjeras y a los títeres de Chiang Kai Shek.
La desaparición de la extrema pobreza hasta en los más apartados rincones de extenso país, fue la gran noticia hecha pública por el mandatario chino, quién la consideró el mejor y más elocuente homenaje al próximo centenario de la fundación del Partido, la organización política que condujo el azaroso, inexplorado y finalmente triunfal camino de la construcción del socialismo con características chinas, sabiendo combinar sabiamente el espectacular desarrollo y crecimiento económico con el bienestar social, incluidas la educación y la salud, la alimentación y el vestuario, la vivienda, la cultura y las ciencias, sin descuidar el fortalecimiento militar que garantiza la defensa y seguridad de la nación.
No es casual que China sea hoy la primera potencia del mundo en desarrollo y esté cercana a convertirse en la cabeza de la economía de todo el planeta -desplazando así al imperialismo de Estados Unidos y al neocolonialismo de las viejas metrópolis-, es un socio y aliado en quien confían los países del Tercer Mundo, que saben de sus propósitos de colaboración y ayuda mutua sobre bases de respeto a la soberanía de cada cual y sin ánimos de dominación y saqueo, como se demuestra cada día.
Mucho tiene que agradecer a China ese mundo colonial de antaño, al haber encontrado en ella una alternativa viable y efectiva que les impida volver a caer en las garras imperiales que hoy adoptan la máscara del neoliberalismo y el FMI y poder contar con el gigante asiático como punto de apoyo eficaz y oportuno.
La más reciente hazaña del pueblo chino y de la construcción socialista con características chinas es demasiado gigantesca como para ser ignorada y ha debido de ser al menos reflejada por los principales medios de comunicación, instrumentales del capitalismo y de cuyo sistema forman parte.
Tener en cuenta que China es no solo uno de los países más extensos del planeta, sino que es también el más poblado, rebasando ya los mil quinientos millones de habitantes, lo cual convierte a la liquidación de la extrema pobreza -mediante un plan que duró menos de diez años-, en una portentosa hazaña expuesta con orgullo ante la humanidad toda, como evidencia de que la justicia social puede acompañar al desarrollo económico, cuando hay voluntad política y favor de las mayorías.
El sistema capitalista mundial mira a China con recelo, intriga y monta provocaciones contra ella, mientras no le queda otro remedio que entenderse con el gigante asiático y respetar el poderío y la influencia que ya ha alcanzado en todos los terrenos, convirtiéndose en un factor imprescindible para la existencia actual.
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