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Otoño caliente

26 de octubre de 2018

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La lluvia constante, el descenso notable de la temperatura y los vientos cada vez más fuertes caracterizan el otoño nórdico, etapa previa a la congelación de toda esa región.
Sin embargo octubre de 2018 será recordado por sus habitantes, además, por una agresiva maniobra militar organizada por la Organización del Atlántico Norte (OTAN) contra un enemigo que no identifican.
Se trata de la maniobra Trident Juncture, iniciada en Noruega el 25 de octubre y hasta el 7 de noviembre e incluye además del mar Báltico, a Islandia y el espacio aéreo de Suecia y Finlandia.
Durante esos días cerca de 65 buques, 250 aviones, 10 mil vehículos y unos 50 mil efectivos romperán el clásico silencio de esta región con el estruendo de las explosiones de sus modernas armas, todas dirigidas a ese enemigo innombrable.
Y aunque aún faltan dos meses para que concluya el presente año, parecería que es el cierre de una etapa caracterizada por amenazas, provocaciones, ataques, incremento de presencia militar en fronteras ajenas y el reinicio de la carrera armamentista.
De ello, los más grave fue el anuncio del Presidente Trump del posible abandono de su país del Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto, alcanzado en 1987 entre los Estados Unidos y la entonces Unión Soviética.
Y si de fronteras se trata, la Federación Rusa prácticamente está rodeada de armamento y tropas de la OTAN, por tierra y mar, lo que ha sido denunciado reiteradamente por las autoridades de esa nación.
“La actividad militar de la OTAN cerca de las fronteras de Rusia ha alcanzado un nivel sin precedentes desde los días de la Guerra Fría” afirmó el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú recientemente.
Y aunque la Alianza Atlántica tiene como objetivo “fortalecer su presencia en el flanco oriental y justificarla con la amenaza rusa, Rusia no quiere verse envuelta en una confrontación militar con Occidente y busca una cooperación de seguridad mutuamente beneficiosa, señaló el ministro.
Para agregar que, sin embargo, los planes del Gobierno polaco de albergar permanentemente en su territorio una división de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos son “contraproducentes y no contribuyen a la estabilidad y el fortalecimiento de la seguridad regional”.
Varsovia está dispuesta a pagar 2 mil millones de dólares para alojar una base militar yanqui en su territorio y enfrentar así lo que califican de “amenaza rusa”. Lógicamente Trump de inmediato afirmó que contemplaba esa opción muy seriamente, así como la cooperación bilateral en materia de defensa, inteligencia y tecnologías de defensa antimisiles.
En más de una ocasión las autoridades rusas han denunciado los peligros que amenazan a su país. Serguéi Lavrov, clasificó los actuales ejercicios y otros como “francamente provocadores en sus fronteras y precisó que Estados Unidos utiliza una imaginaria amenaza rusa para garantizar su dominio en Europa.
No es necesario decir que el innombrable enemigo es Rusia.

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