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ONU presa entre las redes de EE.UU.

25 de enero de 2024

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Casi una decena de veces, ha sido convocado el Consejo de Seguridad de la ONU, con el único objetivo —no alcanzado por supuesto—— de lograr un cese al fuego en Gaza, así como que Israel permita la entrada de ayuda médica y alimentaria para casi dos millones de palestinos víctimas del más cruel genocidio.
La más reciente de estas convocatorias se hizo, incluso, a nivel de cancilleres y otros altos representantes invitados.
En esa cita, el embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, ha vuelto a arremeter contra los llamamientos al alto al fuego en Gaza y criticó duramente a dicho organismo, al manifestar que «Oriente Medio padece un cáncer y hasta hoy el Consejo de Seguridad solo ha hablado de dar aspirinas. El cáncer, señor presidente, no se trata con aspirinas. Ha llegado el momento de que este Consejo aborde y elimine de raíz este cáncer y no solo sus efectos secundarios».
No se refería, por supuesto, al gobierno sionista de su país, sino al movimiento Hamas y por añadidura a la población palestina en su totalidad.
Su argumento, compartido por Estados Unidos, por supuesto, representa la tesis de «tierra arrasada» que han afirmado llevar a cabo en Gaza, lo están haciendo ante la indiferencia de una ONU atrapada en la telaraña establecida por los gobiernos de Tel Aviv y Washington.
En la propia reunión del Consejo de Seguridad, el canciller ruso, Serguei Lavrov, advirtió que, «en gran medida por culpa de Washington, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no ha podido hacer nada para impedir la tragedia humanitaria en la Franja de Gaza debido a los ataques israelíes.
«Estados Unidos y sus aliados están intentando pasar esta página terrible de la historia cuanto antes. Una página en la que ellos participan también con el derramamiento de sangre entre los civiles en Gaza. El Consejo debe seguir pidiendo un alto al fuego», expresó Lavrov, según Sputnik.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, incluso, ha anunciado un nuevo «aporte» de 147,5 millones de dólares para municiones de artillería de 155 mm de alto explosivo y otros equipos militares para Israel bajo una disposición de emergencia que deja de lado las revisiones y los procesos habituales del Congreso.
El propio sitio informativo Sputnik, refiere que Lavrov, tras reunirse con sus pares de Jordania, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Turquía dijo que existe una preocupación real por «la tensa situación en el mar Rojo, que se ha degenerado bruscamente como consecuencia de las irresponsables acciones de fuerza de Estados Unidos y de varios Estados que se han unido a ellas contra Yemen».
La conclusión es que ninguno de los intentos de la ONU, ni de su Consejo de Seguridad, han llegado a concretar un cese al fuego y mucho menos que el diferendo entre Israel y Palestina se resuelva en la mesa de negociaciones de manera pacífica, respetando, por supuesto, la existencia de dos estados.
Para lograrlo, el papel fundamental corresponde a Estados Unidos, cuyo gobierno y presidente, deben, en vez de armar y apoyar a Israel, hacer caso a la comunidad internacional que exige el cese al fuego para evitar que continúe creciendo la cifra de más de 25 000 civiles palestinos muertos, de ellos más de 10 000 niños.

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