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Nuevo año, nuevas sanciones

24 de diciembre de 2019

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El Señor de las sanciones recibirá el nuevo año quizás con insatisfacción, no solo por ser candidato a ser enjuiciado políticamente en su país, sino también por los fracasos sufridos en política exterior.
Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, está confiado sin embargo a que la mayoría de su partido en el Senado finalmente no apruebe la propuesta demócrata, pero inevitablemente tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados.
Esta situación resulta más manejable que las creadas por el mandatario en sus relaciones internacionales, donde involucra en sus torpes acciones a países aliados. Bien lo saben los miembros de la Unión Europea, de la Otan (que es lo mismo) o naciones con las cuales mantiene acuerdos comerciales, como México, por solo citar un ejemplo.
El Senado de EEUU aprobó el 17 de diciembre la Ley de Autorización de Defensa Nacional 2020 que, entre otras cosas, incluye sanciones contra el Nord Stream 2, proyecto ruso a través del cual esta nación enviaría su gas a países europeos y que solo depende de la firma de Trump, quien se declaró dispuesto a aprobarlo sin demora.
El año que termina sirvió además para mostrar uno de sus mayores fracasos, el intento de sacar del poder al presidente Nicolás Maduro y lograr un cambio radical en la posición de la Venezuela bolivariana.
Cuando Estados Unidos sanciona a Rusia, China, Cuba, Venezuela, Nicaragua y algunas otras naciones consideradas como “amenazas a su seguridad nacional” pudiera creerse que son las únicas afectadas, pero otros países también sufren las consecuencias de esas medidas económicas y políticas.
La última cumbre de la OTAN mostró a una Unión Europea desunida y una alianza militar en la que algunos de sus miembros piensan en nuevas estructura militares donde solo esté presente Europa, sin la presencia y autoritarismo de los Estados Unidos.
Siria se mantiene erguida, a pesar de la presencia de militares norteamericanos en su suelo y su ayuda a los terroristas con el único y público fin de apoderarse del petróleo de la nación árabe, en una región donde el caos predomina desde que Estados Unidos intervino militarmente para implantar “la democracia”.
No es la intención de este comentario resumir todo lo acontecido en el planeta en el año por terminar, sino solo citar algunos de los fracasos cometidos por la Administración estadounidense en política exterior.
Cegados por alcanzar sus objetivos a cualquier precio, a Trump y los intereses que representa no les importa que su política de sanciones afecte a países aliados.
Incluso daña los intereses de amplios sectores estadounidenses, afectados por la guerra económica que llevan a cabo contra la República Popular China o por las sanciones, instrumento esencial en lo que ha sido la política exterior de los Estados Unidos.
Termina el año y ya están preparadas nuevas sanciones, algunas como la relacionada con el gas ruso solo le falta la firma de Trump, las otras vendrán con el nuevo año, sin temor a equivocarnos.

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