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No crea Trump que Rusia quedará indefensa

21 de septiembre de 2020

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Quizás por el gran espacio mediático que ocupa la actual epidemia de la Covid-19 en todo el mundo, otros temas —más peligrosos incluso— no son tan divulgados.
Uno de ellos, el Tratado START III o Nuevo START, un acuerdo firmado el 8 de abril de 2010 por los entonces presidentes de Estados Unidos y Rusia, Barack Obama y Dimitri Medvedev, y ratificado por ambos países en diciembre de 2010 y enero de 2011, ahora su futuro está en la cuerda floja, tras la decisión de Donald Trump de salirse de él y no volver a prorrogarlo en febrero de 2021, cuando debe expirar.
El documento parecía poner fin a la época de la llamada Guerra Fría, y se consideraba avanzado en comparación con los START I y II, que disminuían el arsenal atómico de ambas potencias en dos tercios.
Ahora, cuando casi termina un 2020 lleno de incertidumbres, con un mundo castigado por una pandemia mortal, que ha dejado cientos de miles de muertos y que aún no se sabe hasta cuándo durará, las fuerzas más retrógradas de la política internacional, es decir el mandatario estadounidense, Donald Trump, decide dar otro paso en su irresponsable y desafiante tránsito por la presidencia de su país, con su decisión de poner fin al Acuerdo START III.
A la par con semejante actuación, el Pentágono ha emprendido un desenfrenado despliegue de militares y medios de guerra por tierras, mares, e incluso en el ciberespacio, con el propósito único de que el mundo sea unipolar y gobernado por Estados Unidos.
Otras potencias, como Rusia y China, amenazadas por los planes guerreristas de Washington, han concientizado el peligro que afrontan, y no les ha quedado otra opción que poner a punto los más modernos armamentos, muchos de ellos desconocidos en otros escenarios y, mientras refuerzan su lucha por la paz y el mundo multipolar, se saben barreras de contención ante el más mínimo zarpazo de Estados Unidos o su punta de lanza militar, la OTAN.
«El posible fin del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III, por sus siglas en inglés) no significa que Moscú vaya a quedar indefensa», ha aseverado Vasili Nebenzia, representante permanente de Rusia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en una entrevista publicada por la agencia de noticias rusa RIA.
«Desafortunadamente, recibimos cada vez más pruebas de que en realidad detrás de los intentos de EE.UU. de desmantelar el sistema de acuerdos en esa esfera está el deseo de obtener carta blanca para proyectar y emplear su fuerza», advirtió el diplomático.
El gobierno ruso, además de declaraciones a favor de mantener el Tratado y de advertencias sobre la actuación estadounidense, ha replanteado su forma de preparación para un posible escenario de enfrentamiento bélico.
Por ejemplo, acabó de desplegar sistemas antiaéreos de ultra largo alcance S-300V4 en la Región Autónoma Judía, se trata de la primera brigada móvil de misiles antiaéreos en el Lejano Oriente de Rusia, según Izvestia.
Son medios con maniobrabilidad única que les permite trasladarse rápidamente a cualquier lugar del Lejano Oriente y Siberia para proteger a las tropas de los ataques tanto de drones como de misiles balísticos enemigos. Los S-300V4 del Ejército están instalados en una base con orugas todo terreno.
En medio de la actual situación, Rusia, China y la República Islámica de Irán han iniciado este lunes 21 de septiembre, ejercicios militares a gran escala en el sur de la Federación Rusa con el despliegue de miles de hombres y técnica militar avanzada.
Las Fuerzas Armadas de Rusia prestarán especial atención al combate de los misiles de cruceros y los vehículos aéreos no tripulados (drones) durante los ejercicios denominados «Cáucaso 2020».

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