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Nada de caso aislado…

1 de octubre de 2019

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Se convirtió en una costumbre abonada por la impunidad con la que actúa el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Lo nuevo, pero no último, es que Trump también ha presionado a Australia para su beneficio político. Hizo una llamada al primer ministro australiano Scott Morrison al que le pidió ayuda para desacreditar la investigación sobre lo que se ha llamado la trama rusa en el proceso electoral en el que el magnate inmobiliario salió presidente.

El diario The New York Times ha asegurado la víspera que «los problemas se le amontonan a Donald Trump, apenas una semana después de que los demócratas iniciaran el proceso de impeachment» por la llamada que hizo al mandatario ucraniano, Valodimir Zelenski, para que investigara a su rival político Joe Biden, aspirante a ganar las elecciones en el 2020.

Times ha publicado que aquel uso de la diplomacia de alto nivel al servicio de sus propios intereses políticos, no fue un caso aislado.

Citando a dos oficiales anónimos, el diario asegura que el presidente Trump presionó al primer ministro australiano, Scott Morrison, en el curso de otra llamada telefónica para que ayudara al fiscal general estadounidense, William Barr, a recoger información con intención de desacreditar pesquisas anteriores que comprometen al mandatario.

Recordemos que Trump, en su arsenal de acciones inconstitucionales, está involucrado en los más variados conflictos que ahora, cuando los comicios presidenciales están cercanos en el horizonte, empiezan a salir a la luz y él, comprometido con su reelección, parece una «fiera enjaulada», cercada por los demócratas, que apuestan por otro inquilino para la Casa Blanca.

El The New York Times se refiere a la similitud de las llamadas de Trump al mandatario de Australia, con la anterior hecha al nuevo gobernante ucraniano.

Al respecto argumenta que no solo es la supuesta solicitud a un Gobierno extranjero para perjudicar a sus rivales domésticos. Sucede que también en este caso, según las dos fuentes del Times, la Casa Blanca restringió el acceso a la transcripción de la llamada, a un pequeño círculo de ayudantes del presidente, una decisión irregular que también se habría tomado, según el denunciante anónimo del caso de Ucrania, para la conversación con Zelenski.

Vale recordar que en el caso de su «petición» al presidente de Ucrania, según el registro de la llamada desclasificado la semana pasada, Trump pedía el «favor» de ayudar al fiscal general William Barr, después de haber mencionado la ayuda militar que Estados Unidos presta al país exsoviético y que el presidente había pedido congelar semanas antes.

Es decir que, la tal petición era algo más que un chantaje para que, a cambio de ayudar con la difamación contra el aspirante a la presidencia Joe Biden, el magnate presidente volvería a «descongelar» la ayuda militar a Ucrania.

Y saber que estos no son casos aislados en la vida política de Donald Trump, por demás, presidente de los Estados Unidos.

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