Moscú y Crimea: objetivos de Kiev
31 de julio de 2023
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Al escenario bélico en el conflicto entre Ucrania y Rusia, parece no alcanzarle la amplia superficie terrerestre que componen ambos países, y una nueva modalidad bélica —por aire— hace subir las tensiones, ampliar la guerra, y poner en riesgo objetivos civiles rusos —incluyendo Moscú— atacados por drones ucranianos.
Este fin de semana, varios de esos artefactos irrumpieron sobre la capital rusa y lanzaron proyectiles contra grandes edificaciones civiles en Moscow City.
Para ello usaron la madrugada de este domingo. Un dron fue destruido en el aire por medios de defensa antiaérea rusa sobre el distrito de Odintsovo, en la provincia de Moscú, y otros dos fueron fulminados por medio de técnicas radioelectrónicas y al perder el control se estrellaron sobre un complejo de edificios, de acuerdo con informes del Ministerio de Defensa ruso, citado por Sputnik.
Además, en la propia jornada de sábado para domingo, 16 drones ucranianos fueron destruidos por el sistema de defensa aéreo y otros 9 fueron quedaron neutralizados a través de la defensa electrónica, esta vez el ataque se produjo contra objetivos en Crimea.
Coinciden estos atentados terroristas, con la celebración en Rusia del Día de la Marina, donde hubo actos y desfiles de medios y fuerzas encargados de proteger al país eslavo de posibles ataques occidentales y de la OTAN.
En la ciudad de San Petersburgo, y presidido por el mandatario Vladimir Putin, participaron 45 barcos, lanchas y submarinos, así como 3 000 militares.
Impactó la presencia de un buque lanzamisiles de la cubierta hasta la quilla, conocido como Sovetsk, con las más modernas tecnologías.
Putin pasó revista a los medios y militares desde una embarcación, en las aguas del golfo de Finlandia, el río Neva y la rada de Kronstadt.
En el discurso por la conmemoración, el presidente ruso, recordó que este año la Flota del Báltico cumple 320 años, la del Norte 290 y la del Mar Negro 240.
El mandatario ruso aseguró que «cada una de ellas tiene su propia historia gloriosa y, junto a la Flota del Pacífico y la Flotilla del Caspio, forman una fortaleza indestructible de la capacidad defensiva del país y garantizan de manera fiable los intereses nacionales de Rusia en los océanos del mundo».
Finalmente, Vladimir Putin enfatizó en que «hoy Rusia está realizando con confianza las tareas a gran escala de la política marítima nacional, aumentando gradualmente la potencia de su flota. Solo este año se le sumarán 30 buques de diferentes clases».
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