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Milei: crueldad sin tapujos

23 de mayo de 2025

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Al mismo tiempo que la policía lesionaba a cerca de un centenar de jubilados que reclamaban su pensión en Buenos Aires, trascendía la noticia de que el presidente argentino, Javier Milei, desde ahora prepara su reelección en el 2027 y ya tiene preparado su relevo cuatro años después.

Más cruel no puede ser esta noticia, basada en los apuntes del melenudo milenario del éxito de una política que ha hecho crecer la miseria y entregado las riquezas públicas de la nación a intereses privados, mientras endeuda aún más al país mediante préstamos “generosos” del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, a instancias de su “padrino”, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

En la mañana de este viernes el partido de Milei logró suspender por falta de quorum que el Congreso debatiera el escándalo de la criptomoneda en el que está envuelto el presidente, quien ahora ha logrado vía libre para el cambalache de dólares y pretende limitar por decreto el derecho a huelga.

Al respecto, la Central General de Trabajadores advirtió que “la CGT no permanecerá en silencio frente a esta grave avanzada de un Gobierno que pretende borrar, una vez más, los derechos que tanto costó conquistar y defender”, y agregó que “el movimiento obrero organizado dará las batallas que tenga que dar, sean en los tribunales, en la calle o en los puestos de trabajo, para garantizar este y otros derechos amenazados por el gobierno”.

ESPEJISMO

Una encuesta privada, ajena a la oposición, reflejó que 7 de 10 consultados no creen en las mediciones que hace el gobierno de Milei.

Las complejidades del modelo económico libertario que busca eliminar la propiedad pública a toda costa, apuntan que la situación de los precios es uno de los puntos más tironeados desde que Javier Milei es presidente.

Es un rubro central en la vida de los argentinos, que llevó a la ruina al gobierno de Alberto Fernández y que empezó a desacelerar en la actual gestión, hasta llegar a cerca del 3%. El problema es que en cada encuesta, la percepción social sobre el tema es radicalmente inversa no sólo a las celebraciones del gobierno, sino también a la fiabilidad de la estadística oficial.

Pulso Research, que lejos está de ser una firma encuestadora asociada a la oposición, acaba de publicar un trabajo amplio que hace preguntas clave sobre el tema. El reporte, al que accedió Página 12, indagó en lo siguiente. “Pensando en la inflación en el lugar donde vive ¿Aumentó, sigue igual o disminuyó? “, consultaron. Ocho de cada diez dijeron que aumentó o sigue igual. Dentro de ese pelotón, 54,8% dijeron que “aumenta”, un número que venía del 45,3% en la medición pasada. Es decir, aún con la inflación cediendo, creció la percepción social de que los precios suben más. En ese contexto, un 17,3% dijo que “disminuyó”, pero ese número venía del 24% en la medición pasada, es decir, también cayó la idea de que la inflación baja entre los que decían que bajaba.

La respuesta de la gente sorprende, dado que el gobierno anterior dejó 12,5% de inflación y este la llevó a 3%, es decir, hubo una desaceleración considerable, pero la gente sigue sin verla, y los encuestados dudan de la veracidad de los datos hechos circular por el actual régimen.

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