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México hierve…

30 de octubre de 2014

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Recurro al diario mexicano El Universal y leo que “el país hierve”, al referirse al trágico hecho de la desaparición de 43 estudiantes en el Estado de Guerrero; la desesperación que embarga a familiares, autoridades y amigos de los jóvenes, y la incertidumbre de pensar en que puede ser otro de los tantos crímenes que involucran al narcotráfico y a policías corruptos en ese país.
Para analistas, legisladores y organizaciones civiles, es esta la peor crisis política y de seguridad en lo que va del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que inició en diciembre de 2012.
Los jóvenes, alumnos de una Escuela Normal Rural en Iguala, Estado de Guerrero, se les vio por última vez el pasado 26 de septiembre —hace exactamente un mes— cuando eran atacados por la policía.
Demasiado tiempo, demasiada impunidad, para el caso de un secuestro masivo de jóvenes, sin que se vislumbre el menor resquicio de que se encuentren vivos en algún lugar del montañoso paraje.
No obstante, el mandatario de la nación azteca insiste en que no habrá impunidad y que su gobierno seguirá trabajando sin descanso en la búsqueda de los jóvenes desaparecidos.
Reportes de prensa indican que en la indagación sobre el paradero de los estudiantes participan cientos de policías federales, policías comunitarios y compañeros de las víctimas. La búsqueda se realiza en cerros, minas, cuevas, ríos y lagunas.
Hasta la fecha se han desarmado a los gendarmes de 15 municipios de Guerrero y el Estado de México y 52 sospechosos están detenidos.
La prensa mexicana señala que el Estado de Guerrero tiene larga historia de violencia y ha sido trinchera en la batalla por controlar las zonas de producción de marihuana y amapola.
En el expediente relacionado con el narcotráfico en ese territorio, se refiere que hasta 1989 era controlado por el Cartel de Guadalajara, luego fraccionado. En el 2008 en la zona montañosa del centro, la región de Costa Chica y el balneario de Acapulco existe presencia del grupo de los hermanos Beltrán Leyva, mientras que la región de Tierra Caliente fue controlada por La Familia Michoacana primero, y luego el cartel de Los Caballeros Templarios.
Desde el año pasado uno de los grupos dominantes en esa zona es la banda Guerreros Unidos, quienes mantienen una disputa con otro grupo al margen de la ley: Los Rojos, señalan los despachos de prensa.
El grupo de los Guerreros Unidos es una organización criminal, que opera con especial fuerza en los estados de Guerrero y Morelos –al oeste del país–, y es señalado como autor de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal.
Similar a la forma de actuar de otros cárteles de la droga mexicanos, Guerreros Unidos no sólo se dedica al tráfico de estupefacientes, tienen un “portafolio” de actividades que incluyen secuestros, extorsión, contrabando, cobro de cuotas, etc.
El Procurador General (fiscal) Jesús Murillo Karam dijo que 14 integrantes de la policía municipal de Cocula, cerca de Iguala, confesaron que habían entregado a los jóvenes a la organización criminal.
Mientras, la investigación señala que varios de los policías arrestados estaban al servicio de los narcos y el alcalde del municipio, Luis Abarca, y su esposa, María Pineda Villa, se encuentran prófugos de la justicia.
El director de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General, Tomás Zerón, dijo a los medios locales que un detenido confesó que cada mes pagaba al subdirector de Seguridad Pública del municipio de Iguala, que ahora es prófugo de la justicia, 600 000 pesos (44 000dólares).
Los padres de los estudiantes exigen justicia en un México que hierve por el vapor de quienes se manifiestan por el esclarecimiento de los hechos y por la aparición de los jóvenes.

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