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Matar a Soleimani, obsesión sionista

5 de enero de 2018

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Si en la administración de Obama las fuerzas de inteligencia norteamericanas impidieron que el Mossad israelí asesinara al general de división iraní Qasem Soleimani, ahora en la de Trump se dio luz verde al régimen de Netanyahu para matar al comandante de las Fuerzas de Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán.

La información proviene de medios de Kuwait y del propio Israel (diario Haaretz), y la razón de tanta inquina es que Soleimani fue crucial en la lucha contra el terrorismo en Iraq y Siria, además de apoyar a los grupos de la resistencia en la región.

Hace tres años Israel estuvo muy cerca de asesinar a Soleimani en las proximidades de Damasco, capital de Siria, pero al enterarse EE.UU. fracasó el plan israelí. Esto generó una fuerte disputa entre los servicios de seguridad e inteligencia israelí y estadounidense, aduce el rotativo kuwaití Al Jarida.

Sin embargo, ahora tanto EE.UU. como Israel coinciden en que Soleimani es peligroso, por lo cual el Mossad está “siguiendo de cerca” al general y ha estado a punto de matarlo en más de una ocasión.

Soleimani desempeñó un papel clave en la recuperación de las ciudades sirias e iraquíes de manos de los grupos terroristas como el Estado Islámico (Daesh, en árabe), y apoyado al Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) y al Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), que defienden sus países ante las constantes agresiones del régimen de Israel.

Pero esto es una pequeña parte, mínima, del complot de Estados Unidos e Israel contra Irán, lo cual fue confirmado por la televisión israelí, que dio a conocer un plan tramado por ambas naciones en la Casa Blanca, el cual ya está en su apogeo, con el envío de agentes de inteligencia para subvertir el orden interno en la nación persa.

Se ha podido constar la presencia de grupos armado que han aprovechado y exacerbado a los participantes en manifestaciones de protesta contra la subida de precios de combustibles y alimentos,

En este contexto, Trump ha llamado a un cambio, maniobra en el Congreso estadounidense para que se aprueben nuevas sanciones contra Teherán y hace que la Unión Europea se “preocupe” por la situación interna de la nación medioriental.

Sin duda alguna, entre los guiones más importantes que han tramado Estados Unidos e Israel para hacer frente a Irán y su influencia en la región figuran, está la de perturbar la estabilidad interna de Irán y avivar las protestas.

Abdel Bari Atwann, en el artículo titulado El acuerdo secreto entre Israel y EE.UU. para hacer frente a la amenaza de Irán, subraya que “mientras Rusia está trabajando para sacar a Siria del sangriento conflicto y caos a través de los diálogos, el debate de una nueva Constitución y la celebración de elecciones presidenciales, Washington y el régimen de Tel Aviv están trabajando para empeorar con conflictos la situación en la región del suroeste de Asia, bajo el pretexto de poner fin a ‘la amenaza’ de Irán.

El analista político y editor en jefe del periódico árabe Rai al-Youm, explicó que todo eso ocurre porque Washington va perdiendo su influencia en la región y cediendo sin querer esta posición a Rusia y China, un hecho que atemoriza al régimen de Israel.

Ello explica los temores que han impulsado a la materialización de este acuerdo, y más cuando Washington no llegó a derrocar al gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, con el apoyo que prestó a los opositores armados, e Israel está preocupado con el fortalecimiento de los movimientos de resistencia.

En toda esta trama se encuentra involucrada Arabia Saudita, que aprovecha cada oportunidad para promover la iranofobia en el mundo y no ha cesado de tramar infundadas alegaciones contra Teherán, que ha mostrado en numerosas ocasiones su compromiso con las leyes internacionales y el combate al terrorismo en la región.

Por el contrario, los sucesos internos de Irán, puramente de índole económica, han sido tergiversados por sus notorios enemigos, inescrupulosos en todos los sentidos, como lo demuestra el ya mencionado vengativo intento de Israel de asesinar a toda costa al general Qasem Soleimani.

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