ribbon

Más allá de la línea roja

22 de abril de 2021

|

 

El presidente ruso, Vladimir Putin, acaba de presentar su Informe Anual a la Asamblea Federal de Rusia.

Su contenido, sin lugar a dudas, constituye una muestra de los tiempos que corren y de cómo asumir, con capacidad de líder, las riendas de un país que necesariamente cuenta en el contexto internacional por ser una de las potencias que enfrenta con dignidad a otra potencia, Estados Unidos, empeñada en destruirla.

El momento escogido para la presentación del Informe, se identifica por una situación internacional tensa, con una pandemia letal que afecta a la humanidad. En ese escenario, el oportunismo de Washington, lejos de atender las afectaciones internas por la Covid-19, que lo tiene en la cima mundial de más contagios y más fallecidos, continúa con su filosofía imperial de dominarlo todo.

Rusia por estos días ha visto amenazada su soberanía cuando la OTAN y Estados Unidos, han concentrado tropas y medios de guerra en su frontera con Ucrania, en pleno desafío a la tranquilidad y el consenso que debe existir allí, luego del golpe de estado en Kiev, la implantación de un gobierno pro occidental y las provocaciones casi a diario, escudadas en los procesos pro rusos de las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk,  así como la unión a la Federación Rusa de la región de Crimea, luego de un referendo popular apoyado por más del 95% de los habitantes.

Otro elemento que pretende usarse como anzuelo para provocar la desestabilización es el que tiene que ver con el bloguero Alexei Navalny, convertido en un disidente mediático, aupado por la propaganda occidental y la injerencia del gobierno de Estados Unidos y de algunos países europeos.

Por último, por estos días se frustró por parte de los servicios de inteligencia de Rusia y Bielorrusia, un plan que pretendía provocar un magnicidio en Minsk, la capital bielorrusa, para dar un golpe de estado al presidente Aleksandr Lukashenko, en un guión reciclado de las llamadas «revoluciones de colores», aplicadas por Estados Unidos con la complicidad de otros gobiernos del Viejo Continente.

El Informe de Putin de esta semana, también ofreció significativos datos sobre el desarrollo de la más moderna y efectiva tecnología militar por parte de su nación.

De acuerdo con un despacho noticioso del sitio Sputnik, el mandatario ruso anunció que próximamente la Marina de Guerra será dotada de misiles hipersónicos Tsirkón.

«Los avanzados sistemas de misiles de alcance intercontinental Avangard y los láseres de combate Peresvet ya se han puesto en servicio operacional, mientras que el primer regimiento totalmente equipado con misiles balísticos intercontinentales pesados ​​Sarmat entrará en servicio a fines de 2022, según lo previsto”, dijo el gobernante durante su Informe Anual a la Asamblea Federal de Rusia.

Los misiles intercontinentales pesados RS-28 Sarmat, de 18 000 kilómetros de alcance y más de 200 toneladas de peso, reemplazarán a los misiles estratégicos rusos más pesados R-36M Voyevoda (Satan, según la clasificación de la OTAN). La ojiva es de reentrada múltiple y cuenta con un sistema de guiado individual de cada munición.

Se constata así que la línea roja establecida por Vladimir Putin, como muro de contención a las provocaciones de Estados Unidos y otros gobiernos occidentales, va más allá de la advertencia verbal y se concreta en la preparación militar para los peores escenarios.

Comentarios