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“Marito” entrega la soberanía

5 de agosto de 2019

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Lo recientemente acontecido en torno al acta bilateral entre Brasil y Paraguay sobre la compra de potencia de Itaipú Binacional, demuestra la política entreguista con la que el gobierno de Mario Abdo Benítez, un añorante de la dictadura stroesnerista, se ha regido desde su asunción.
El acuerdo fue firmado bajo un fuerte hermetismo gubernamental, salió a la luz por equivocación y problemas internos en el gobierno, lo que le ha costado un fuerte cuestionamiento por la ciudadanía en general.
La represa de Itaipú y energía eléctrica es un tema sensible para Paraguay, y con el pasar de los años se ha ido madurando una idea de soberanía energética, constantemente acechada por Brasil, con un historial de robo en la construcción de la hidroeléctrica en la que Paraguay ha “cedido” siempre, realidad que despierta la indignación de la sociedad paraguaya.
Pero esto no debe extrañar en un presidente que tiene como principal mentores a Donald Trump y Jair Bolsonaro, al tiempo que su Partido Colorado, el de las eternas malasgobernanzas, esgrime hipócritamente el lema de “Dios, familia y país”, y trata de no salir del papel de “su seguro servidor” para complacer tanto al mandatario norteamericano como al brasileño.
Es así que el presidente paraguayo ha logrado ser felicitado por Trump por la posición en el caso de Venezuela, su intensa participación en el Grupopro neoliberalde Lima, todo su esmero para recibir delegaciones de altos funcionarios del Fondo Monetario Internacional, el Comando Sur y otros importantes emisarios estadounidenses, como Kimberly Bremer y Mike Pompeo, integrándose así a los gobiernos conservadores y violentos que surgen en el continente.
Mario Abdo Benítez no oculta su admiración hacia Bolsonaro y ha confesado que se emociona cuando el presidente de Brasil lo llama; “Marito”, diminutivo de Mario y que utilizó para su campaña electoral con el lema “Marito de la Gente”. Ambos han compartido algunos actos oficiales en donde Bolsonaro alabó la dictadura colorada de Stroessner, inspirador de Abdo.
A este trío, que también conforma Sebastián Piñera, de Chile, hay que sumarle la Argentina de Macri, y entre todos han conformado una Comisión contra el terrorismo en la triple frontera para militarizar la zona, un añejo sueño norteamericano hecho realidad, a lo que acertadamente el educador Claudio Rollón calificó como “un refrito del Plan Cóndor”, que había quedado al margen por iniciativa de los gobiernos de Lula y Néstor Kirchner.
Y en lo que respecta a las cuestiones sucias del documento entreguista, sobre Itaipú, la responsabilidad de “Marito” se diluye, al hacer renunciar al canciller y otros cercanos ministros, a quienes convierte como chivos expiatorios del descubierto entuerto, en el que aún no se sabe a dónde han ido a parar unos 200 millones de dólares entregados por la parte brasileña para comprar conciencias.

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