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Manchin mancha

21 de diciembre de 2021

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Tal como Joe Biden ha incumplido continuadas promesas hechas durante su campaña electoral, su tocayo Joe Manchin también lo ha hecho dos veces acerca de su apoyo al ambicioso programa del mandatario para tratar de favorecer a partir del 2022 a millones de personas golpeadas social y económicamente.

Después de que Manchin anunciara este domingo 19 de diciembre que no será el voto número 50 para que los demócratas del Senado aprueben su agenda Build Back Better a principios del próximo año, la Casa Blanca emitió una feroz declaración acusando al demócrata de Virginia Occidental de engañar a la administración sobre si apoyaría un acuerdo en absoluto.

“Los comentarios del senador Manchin esta mañana en Fox están en desacuerdo con sus discusiones esta semana con el presidente, con el personal de la Casa Blanca y con sus propias declaraciones públicas”, dijo la secretaria de prensa Jen Psaki en un comunicado.

Comenta Microsoft News que, viniendo de una Casa Blanca que se enorgullece de la colegialidad, el pragmatismo y una actitud de que podemos resolverlo, la declaración fue una notable reprimenda de uno de los suyos. Era similar en tono y sustancia a la furia dirigida a Manchin por los elementos más progresistas de la Cámara de Representantes, que se preocuparon en voz alta durante meses de que no se podía confiar en él.

La representante Pramila Jayapal, diputada por Washington y presidenta del Caucus Progresista del Congreso, acusó a Manchin de traicionar al partido: “Rutinariamente promociona que es un hombre de palabra, pero ya no puede decir eso”, expresó, según The Washington Post.

La legislación fue aprobada por la Cámara de Representantes el mes pasado y el partido estaba esperando que Manchin hiciera una versión de la misma para que también pudiera ser apoyada por el Senado, con solo los votos demócratas.

“El martes de esta semana, el senador Manchin vino a la Casa Blanca y presentó, al presidente, en persona, directamente, un esquema escrito para un proyecto de ley Build Back Better que tenía el mismo tamaño y alcance que el marco del presidente, y cubría muchas delas mismas prioridades”, dijo la vocera Jen Psaki, y agregó:

“Si sus comentarios en Fox y su declaración escrita indican el fin de ese esfuerzo, representan un cambio repentino e inexplicable en su posición, y un incumplimiento de sus compromisos con el Presidente y los colegas del Senador en la Cámara de Representantes y el Senado”.

Psaki tenía razón en que, al menos públicamente, Manchin sonaba mucho más optimista sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo, tal vez antes de Navidad. Al salir de la Casa Blanca el lunes para otra reunión sobre el tema, Manchin dijo a los periodistas: “Todo es posible aquí. Estoy comprometido. Estamos comprometidos”.

Aconsejados por Biden, los demócratas liberales habían reducido su lista de deseos en billones de dólares, lanzaron un importante programa climático e incluso estaban dispuestos a dejar de lado la licencia familiar pagada, todo para que Manchin (y, en menor grado, el senador demócrata Kyrsten Sinema de Arizona) lo apoyaran. “Fue completamente reescrito para satisfacer sus demandas. Este es su proyecto de ley más que el de cualquier otra persona”, dijo un asesor demócrata de la Cámara de Representantes en Twitter.

 

MANCHIN RECULA

Pero el domingo, Manchin fue a Fox News y pareció tomar a todo el partido por sorpresa cuando terminó esas negociaciones. “No puedo avanzar. No puedo votar para continuar con esta legislación, simplemente no puedo”.

Pero los pretextos de Manchin quedaron vacíos, cuando se demostró que la parte climática ayudará a crear empleos en lugar de recortarlos y que está demostrado por expertos que la Ley Build Back Better prácticamente no tendrá impacto en la inflación a corto plazo y, a largo plazo, las políticas que incluye aliviarán las presiones inflacionarias.

Tan rara vez, o nunca, la Casa Blanca ha debatido públicamente con un miembro de su propio partido como este.

Manchin, quien a menudo dice que es el único demócrata que podría ser elegido en Virginia Occidental y que sin él los republicanos tendrían la mayoría, tiene una historia acerca de no atender a madres trabajadoras que solicitan un crédito tributario por hijo.

Gana millones de una compañía de carbón que su familia posee y de la que no ha desinvertido, violando las leyes, La declaración de la Casa Blanca no menciona esto directamente, pero ello da la razón a la gente que lo acusa de vendido.

“Tal vez el senador Manchin pueda explicar a los millones de niños que han salido de la pobreza, en parte debido al Crédito Tributario por Hijos, por qué quiere poner fin a un programa que está ayudando a lograr este hito, no podemos”, dijo la vocera Psaki, quien, sin embargo, dijo que la Casa Blanca intentar nuevamente que Manchin revierta su posición.

 

AL SERVICIO DE LOS PEORES

Intereses multimillonarios están detrás de toda esta interferencia de Manchin, quien ha sido tildado como el “verdadero presidente”, poniendo en jaque a la llamada democracia representativa.

El senador demócrata de 74 años que ha hecho carrera en un territorio rabiosamente trumpista, como Virginia Occidental, se ha puesto contra el programa de fomento de las energías renovables de su propio partido, ha reclamado que renuncien al soñado permiso de maternidad y enfermedad pagado del que carece la primera potencia y ha rechazado el impuesto de los multimillonarios. También discrepó del salario mínimo por hora.

Es para muchos una suerte de republicano que se ha colado en la trinchera demócrata. En realidad, lleva en ella 40 años, pero nunca resultó tan crucial. Con un reparto del Senado exactamente igualado, 50 republicanos por 50 demócratas, el partido de Biden no puede permitirse desertores. El voto de calidad del vicepresidente de Estados Unidos —en este caso, la vicepresidenta, Kamala Harris, recuerda EFE, — dirime sobre las votaciones en caso de empate y concede, de facto, el control de la Cámara alta a los demócratas. Pero si él vota no, ya no hay empate que resolver.

Manchin exigió la reducción de los subsidios de desempleo en el plan de estímulos impulsado por Biden al principio de su Gobierno, tumbó la nominación de la directora de presupuesto, Neera Tandem, y en el 2018 votó a favor del polémico nombramiento, entre acusaciones de abuso sexual, del juez del Tribunal Supremo Brett Kavanaugh. Ahora tiene la agenda de Biden en vilo. El pasado martes, desde la Conferencia del Clima en Glasgow, el presidente se mostró confiado en lograr su bendición para el llamado programa Build Back Better (reconstruir mejor). “Creo que Joe cumplirá”, dijo en rueda de prensa.

El plan inicial, presupuestado en 3,5 billones de dólares (unos tres billones de euros), había encogido ya hasta los 1,75 billones, justo antes de que el mandatario subiese al avión. Y, cuando regresó, después de cinco días de viaje, el proyecto de ley seguía sin refrendarse en las dos cámaras del Capitolio. Tras las reticencias de la otra senadora centrista demócrata, Kyrsten Sinema, de Arizona, falta resolver los recelos del senador de Virginia Occidental.

 

HIPOCRESÍA

Manchin recalca que no está en contra del permiso para el cuidado de los hijos, una pequeña revolución social para el país más rico del mundo, pero considera que dicha medida no debe formar parte del plan de Biden, pues este se aprueba por un método legislativo que se llama reconciliación presupuestaria y solo requiere una mayoría simple, en lugar de 60 votos. Para acabar con ese requisito de mayorías de 60 votos, llamado filibusterismo, haría falta su voto, pero también discrepa en este punto.

Manchin trata de evitar las medidas de fomento de las energías limpias, que penalizan a las industrias que mantengan las fósiles Y es que el vínculo de este senador con el negocio va más allá de los intereses de sus votantes.

No ha habido en este ciclo electoral ningún miembro de la Cámara alta que haya recibido tantas donaciones del sector del petróleo, el carbón y el gas como él, según los datos recopilados por OpenSecrets, una plataforma independiente que hace seguimiento de las contribuciones a los políticos estadounidenses. Vive un momento especialmente dulce en cuanto a recaudación: ha batido un récord de donaciones en el tercer trimestre del año, según los datos registrados y publicados por Financial Times. Logró 1,6 millones de dólares en el tercer trimestre del año, frente a los 1,5 millones del segundo trimestre y los tan solo 175 000 dólares del primero.

Cuando se encuentra en Washington, vive en un barco atracado en el río Potomac que se llama Almost Heaven, por la canción de John Denver. Hace unas semanas unos ecologistas se acercaron a él en kayak para protestar.

Con este toro tiene que lidiar Biden, quien está recibiendo su propia medicina del incumplimiento.

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