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Los “Buitres” tras los hidrocarburos argentinos

23 de julio de 2014

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Se acerca el 30 de julio y esa es la fecha tope que los llamados “fondos buitres” y su representante,-en este caso el juez neoyorquino Thomas Griesa, – han impuesto a Argentina para que haga efectivos los 1,330 millones de dólares que reclaman esos ilícitos litigantes que forman el exiguo 7 por ciento de los acreedores de ese país sudamericano, que no aceptaron la forma de pago aceptada por el gobierno argentino.

Para quienes sí lo hicieron, o sea, el 93 por ciento restantes, ya Argentina depositó los fondos correspondientes a esos pagos pero tal operación fue insólitamente bloqueada por ese mismo juez. De esta manera, nos encontramos ante la situación sin precedentes en que un juez estadounidense asume la facultad de determinar si el gobierno argentino debe o no pagar sus deudas, en qué cuantía y de qué manera.

El verdadero interés de los “buitres”, sin embargo, ha ido poniéndose de manifiesto cada día con mayor claridad: buscan la forma de apropiarse de los valiosos recursos energéticos nacionales de Argentina, como los de Vaca Muerta, considerados entre las mayores reservas de recursos energéticos no convencionales del mundo, un yacimiento de 30 mil kilómetros cuadrados situado al suroeste del país.

Es claro que si Argentina es empujada, como consecuencia de esa crisis, a caer en una suspensión de pagos, – como ocurrió bajo los regímenes neoliberales en el 2001,- ello obligará al país a sobreendeudarse y se pondría en peligro buena parte del patrimonio nacional, con el que se cuenta hoy  para seguir el camino del desarrollo emprendido exitosa e inteligentemente a partir del gobierno de Néstor Kirchner.

No es necesario tampoco ser un especialista para percibir que detrás de todo ese rejuego aparentemente económico se esconde sin mucho disimulo una venganza política, urdida combinadamente por parte de esos “buitres”, el imperialismo norteamericano y sectores de la oligarquía que no pueden disimular su odio hacia el fallecido presidente, a Cristina Fernández, y el programa que ambos han llevado adelante en el ámbito económico y social, de beneficio popular.

Argentina es hoy un factor de importancia en los procesos de integración y unidad latinoamericana y caribeña, es impulsor y sostén de experiencias renovadoras y soberanas como CELAC, UNASUR y MERCOSUR; juega también un papel activo en la lucha mundial contra el colonialismo a partir de la campaña por la recuperación pacífica de las islas Malvinas, arrancadas a su territorio, convertidas en base de la OTAN.

En la campaña contra el gobierno argentino actúan también de manera febril los grandes consorcios de comunicación privados, – partícipes de los intereses oligárquicos,- que resultaron frenados en sus desmedías ambiciones e influencias por la Ley de Medios que el actual gobierno presentó y el Congreso aprobó, tras denodada lucha política, de los movimientos sociales y los comunicadores alternativos.

Son múltiples, por tanto, las razones que mueven la combinación de elementos hostiles acompañantes de la gran conjura que se teje contra el pueblo argentino, al que se intenta retrotraer a los días más oscuros, sangrientos y sin esperanzas de la dictadura militar y los regímenes neoliberales. Fuerza Argentina.

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