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Los británicos abrieron la compuerta

27 de junio de 2016

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No hay dudas de que Europa veía venir lo ocurrido ahora en el Reino Unido cuando 17 410 742 personas votaron a favor del Brexit, es decir, de la salida de Londres de la Unión Europea.
Muchas son las fabulaciones aparecidas en los primeros despachos noticiosos que han inundado el éter y que dominan el contenido mediático de este último viernes de junio.
De primera hora llegó la noticia, casi coincidiendo con los resultados a favor del Brexit, de la dimisión del primer ministro británico, David Cameron, un convencido de que esa opción nunca triunfaría.
En países del Viejo Continente se han disparado las alarmas. Muchos de sus mandatarios han opinado al respecto con declaraciones de condena o insatisfacción. Otros han sido más moderados y han acudido a la palabra “ejercicio democrático” para calificar el hecho.
Ya la UE como bloque ha convocado a reuniones urgentes de sus estructuras para realizar análisis al respecto.
La prensa internacional se da banquete con los pros y los contras que encontrará Londres tras el referendo.
Incluso, hay países donde se hacen llamados públicos a aplicar la misma fórmula del Brexit británico para seguir o no seguir en la Unión.
De todas formas debemos explicar que la salida aprobada por los británicos tomará un complicado camino que puede durar dos o más años.
Un despacho de la BBC Mundo señala que según el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea, que detalla el procedimiento para que un estado miembro deje el bloque, las tratativas podrían durar dos años o incluso más, si los restantes 27 miembros aceptan una prórroga.
Mientras dure este período, el Reino Unido no podrá formar parte de otros grupos y seguirá atado a las regulaciones actuales que contrajo cuando ingresó a la Comunidad Económica Europea, en 1973 y como firmante del Tratado de Maastricht en 1993, que dio inicio a la UE.
Pero el comienzo oficial del proceso requiere de una notificación formal del país al Consejo Europeo sobre su decisión de irse, la cual muchos consideran que no llegará hasta 2018.
No obstante, aclara el propio despacho noticioso, el hecho de que Gran Bretaña no adoptara nunca el Euro, moneda común europea, podría agilizar el proceso, pero la relación estrecha entre las economías de los países miembros planteará dificultades en el terreno de los aranceles comerciales y el flujo de personas y capitales.
En otros escenarios la decisión británica ha tenido repercusión inmediata. Según Rusia Today los mercados de Asia se han desplomado como consecuencia de los resultados preliminares del referéndum favorables al abandono de la Unión Europea. Por ejemplo, la Bolsa de Valores de Tokio ha sufrido una drástica caída en los principales índices de la actividad comercial.
En igual sentido se encuentran los mercados españoles sacudidos por la noticia y el resto de las bolsas europeas se desplomaron. Incluso, la moneda británica, la Libra Esterlina, experimentó una caída drástica, por debajo de 1,45 dólares.
En fin, la Caja de Pandora está abierta, las alarmas se han disparado y en lo inmediato corresponderá a los parlamentarios británicos bloquear los resultados del Brexit (salida), de así quererlo. Pero esta opción, según analistas del tema citados por diversos medios de prensa, sería ir contra la voluntad popular, lo que es igual a un suicidio político.

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