Lo que los saharauis pueden olvidar
26 de mayo de 2025
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Un conversatorio en la Unión de Periodistas de Cuba con el actual embajador de la República Arabe Saharaui Democrática (RASD) en nuestro país, Omar Bulsan, nos permitió a los presentes, estar informados y actualizados sobre la situación de una nación poco mediática por parte de la gran prensa occidental.
La historia del pueblo saharaui, está vinculada no sólo a la lucha por la defensa al derecho de ser libres e independientes, sino también a las maquinaciones de potencias occidentales que, primero como colonia y luego como territorio ocupado, han interrumpido los procesos democráticos, como el de un referendo, que no se le ha permitido, porque, saben muy bien, que el pueblo saharaui votará Si a la independencia.
«El cubano es un pueblo hermano a pesar de la distancia y los saharauis nunca olvidaremos el apoyo de Cuba, su constancia y su posición local, regional e internacional en solidaridad con nuestra lucha», afirmó el embajador Omar Bulsan, durante su conversatorio por los 52 años del bautismo de fuego del Frente Polisario en el puesto del Ejército español de Janguet Quesat.
Se refirió el diplomático a que los verdaderos motivos de esa ansia foránea de dominación residen en hacerse de los enormes recursos minerales que existen en el suelo saharaui —fosfato, petróleo, gas natural, uranio, oro, diamante, mármol—, entre otros.
El conversatorio del Embajador Bulsan me recordó aquel encuentro en enero de 2002, en la Isla de la Juventud, del presidente de entonces de ese país, Mohamed Abdelaziz, con 365 estudiantes de esa nación traídos a Cuba por decisión del Comandante en Jefe, Fidel Castro, para que cumplimentaran estudios de nivel medio y superior, e, incluso, que una vez concluidos los mismos, pudieran estudiar en nuestras universidades y graduarse como profesionales en distintas esferas.
El que Cuba abriera sus escuelas a los niños y jóvenes saharauis, «es un hecho que identifica el alma de nuestras relaciones», afirmó entonces el mandatario de esa hermana nación, ante los jóvenes que se formaban en la Isla de la Juventud.
Para aquella fecha de 2002, ya habían alcanzado el noveno grado 2691 jóvenes saharauis, otros 1507 terminaron el bachillerato, 123 técnicos de nivel medio superior en 14 especialidades, 19 obreros calificados y 4 licenciados en Educación.
Es válido recordar que pocos meses después de que el territorio del Sahara fuera invadido por las tropas marroquíes, Cuba abrió sus universidades y demás escuelas a los niños y jóvenes saharauis.
En la actualidad, Marruecos sigue obstaculizando la aplicación del Plan de Paz que fue aceptado por ambas partes —el Frente Polisario y Marruecos— en 1988 y aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU en 1990 y 1991.
Por su parte, los saharauis, han vuelto a la lucha armada, como única solución posible ante los horrores que se comenten contra su población.
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