ribbon

Las bases militares de Estados Unidos en el mundo

10 de diciembre de 2018

|

 

Favorecido por los resultados de la Segunda Guerra Mundial, de la que pretendió emerger como única potencia vencedora y poseedora del monopolio atómico, el imperialismo norteamericano se lanzó a la búsqueda de la hegemonía mundial y como parte de ella decidió el establecimiento de bases militares, aéreas o navales en todos los países en donde fuera posible hacerlo o seguirlas imponiendo por la fuerza, las amenazas o los tratados desiguales, como es el caso de Guantánamo, en Cuba.

La presencia de tales bases se convirtió desde entonces en un factor más de injerencia en los asuntos internos de los países donde están instaladas y fuente de chantaje e influencia o refugio de criminales afines.

Tales bases, además, entraron a formar parte de la cadena de factor militares que el gobierno de Estados Unidos ensambló a lo largo de los años de la llamada “guerra fría” –OTAN, CENTO, SEATO, ANZUS– como forma de establecer un cerco amenazante y aislante con respecto a la entonces Unión Soviética y el campo socialista europeo, mientras en Asia lo hacía con respecto a China Popular y las divididas Corea y Vietnam, ambas socialistas en el norte.

En la época más cercana, ese tipo de expansionismo militar a través de las bases se ha extendido al Oriente Medio y ha avanzado también hacia América Latina, encubriéndose en ocasiones –como es el caso de Colombia– bajo el carácter de “puntos avanzados”, que no son más que bases aéreas disfrazadas cuya instalación no necesita contar con complicados acuerdos congresionales.

En Europa, por ejemplo, algunos países han entregado cuotas de soberanía a cambio de la instalación de bases de cohetes y radares del titulado “sistema antimisiles” estadounidense enfilado contra la Rusia actual.

En Asia, gigantescas bases como las de Okinawa sirven para las constantes provocaciones contra China en aguas del Mar Meridional, bajo legítima jurisdicción de la República Popular.

No es por tanto sorprendente que esta situación haya trascendido al interior de los propios Estados Unidos –hoy bajo la agresiva y militarizada Administración Trump– dando surgimiento a la Coalición de Realineamiento y Cierre de Bases en el Extranjero (OBRACC por sus siglas en inglés), que ha emitido una declaración instando al cierre de las más de 800 bases yanquis existentes en 80 países del mundo, dirigida al presidente Trump.

La Coalición OBRACC las considera obsoletas e indefendibles desde el punto de vista militar frente al desarrollo de los misiles de medio y largo alcance y a la vez contraproducentes, pues alientan amenazas terroristas y propaganda anti-estadounidense en cada lugar donde están situadas.

No es por primera vez que expertos militares estadounidenses advierten sobre la inutilidad de esas bases en tiempos recientes; los gobiernos imperialistas establecidos en

Washington, sin embargo, han decidido seguir utilizándolas como herramientas de amenazas, chantaje e influencia política, a cambio de supuestas ventajas económicas.

Comentarios